Por Roel Alonzo
La plaza Dos de Mayo fue inaugurada en 1924 con el diseño de ocho edificios, gracias al financiamiento del filántropo Víctor Larco Herrera, un trujillano que compró las edificaciones que rodeaban la columna en el centro. Los planos fueron obra de un arquitecto francés, Claudio Sahut, pero terminados por el arquitecto Ricardo de Jaxa Malachowski, el mismo que también intervino en la construcción final del Palacio de Gobierno.
Inicialmente, la zona era parte de la denominada Portada del Callao, es decir, una de las puertas de la Muralla de Lima. En la época colonial, el sector era denominado el Óvalo de la Reina, y debido a su ubicación, en las ‘afueras’ de la ciudad, se encontraba descuidado.
Posteriormente al combate del Dos de Mayo, durante el gobierno de Manuel Pardo y Lavalle, la columna en memoria de esa batalla se inauguró en 1874, la cual se erigió por un concurso internacional donde el ganador fue el arquitecto francés Edmond Guillaume y el escultor Louis Léon Cugnot. Aquí el dato curioso es que la columna estuvo en París por algún tiempo en una plaza antes de ser trasladada a Lima.
Pasaron cerca de 50 años y muchos lamentaban que un monumento tan importante esté en una plaza tan descuidada y rodeada de casas de un piso. Por ello, Víctor Larco Herrera compró los inmuebles que rodean la plaza y financió los ocho edificios que fueron construidos con fachadas diferentes.
La historia de la columna es fascinante. En la parte superior se encuentra un ángel de la victoria, pero el actual es uno de los dos que vinieron. El más grande y que estuvo sobre la misma columna en París fue llevado por los chilenos durante la Guerra del Pacífico, y hasta la actualidad está en una de sus ciudades. El monumento es una columna de mármol blanco y las esculturas de bronce “brillaban con el Sol”, como relatan las crónicas de entonces. En la actualidad, la columna está muy descuidada, el blanco desapareció y las esculturas están recubiertas de una pintura negra desde hace muchos años.
En cuanto a la plaza, con los años no ha habido un real interés por parte de las autoridades que ven el tema de patrimonio monumental. Es necesario un trabajo conjunto entre la Municipalidad de Lima, el Ministerio de Cultura y el Instituto Nacional de Defensa Civil para definir el destino de la plaza, los edificios, y otros aspectos más, como la regulación del comercio ambulatorio, la limpieza y el ornato, las multas a los locales comerciales que no reúnen condiciones, la clausura de los mismos, etcétera.
La idea es recuperar ese hermoso lugar histórico tras haber sufrido un incendio hace unos meses, y mostrarlo como parte de los circuitos turísticos en el Centro Histórico de Lima.
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