POR: UBALDO TEJADA GUERRERO – Analista Globalutguerrero31@yahoo.es El analista Romeo Grompone respecto a las elecciones del 2,011 expresa: “Partimos de la base de que tenemos una clase política conservadora en sus opciones y en su proyecto. Eso hace que las posiciones tendientes, es decir la derecha y la centro derecha, sean predominantes”. Podemos agregar la crisis hoy en el Perú, es de representación política y autoridad moral. Una nueva sociedad multicultural y multiétnica sigue sin encontrar expresión en el Estado, como esperanza para forjar la mas amplia unidad de cara a las elecciones generales 2,011, y un llamado a las fuerzas sociales y políticas democráticas, nacionalistas, de izquierda y progresistas en general.
El 11 de Diciembre del 2,010 se cerró el plazo para la inscripción de la alianzas electorales en el Perú, y los resultados a la vista ratifican dos grandes bloques, el primero es la continuidad del modelo primario exportador sin valor agregado y sin inclusión social, cuyos representantes no tienen mayores diferencias y que tranquilamente hubiesen ido en una sola agrupación, con discursos parecidos y un electorado común: Alejandro Toledo (PP), Mercedes Araoz (APRA), Luis Castañeda (SL), PPK, y Keiko (Fujimori); y el segundo el cambio del modelo, cuyos representantes son Ollanta Humala (PN) y Fuerza Social (FS), y sus aspectos programáticos deberían haberlos unificado, pero ¿Qué pasó entre FS y el PN? ¿Qué tanto puede crecer Ollanta Humala? ¿Sigue siendo los 10 puntos del PN una propuesta para afirmar la nación y transformar el Estado?
Ollanta Humala señalo que Fuerza Social, partido que lidera Susana Villarán, “En los términos de izquierda y derecha, qué tendrían de izquierda ellos, creo que no tienen nada. Yo diría que pertenecen al sector de la derecha, y el sector de izquierda está con los nacionalistas”, de otro lado, el ex candidato presidencial, desestimó que el alejamiento de agrupaciones como el Movimiento Nueva Izquierda o Tierra y Libertad implique la perdida de votos para el Partido Nacionalista.
El coordinador del Comité Ejecutivo de esta agrupación política, Gustavo Guerra García, detalló algunos de los puntos discrepantes por los cuales no llegaron a concretar ninguna alianza. Guerra García indicó que el proyecto Fuerza Social apunta a ocupar el espacio de centro izquierda democrática en el Perú. Según dijo, este partido tiene además una identidad política cercana al socialreformismo.
En ese sentido, consideró que existían diferencias sustanciales con el Partido Nacionalista de Ollanta Humala, al cual catalogó como el ‘Proyecto Humala’. “El ‘Proyecto Humala’ es un misterio. No nos queda claro cuáles son sus mecanismos institucionales, tampoco cómo toman decisiones. No nos queda claro, quiénes mandan en los temas de gobierno. Nos es difícil tener claro qué son”.
Recojamos también las opiniones del líder del MNI, Rolando Breña, que manifestó su certeza de que la alianza “va a garantizar una elección exitosa” en los comicios de abril, reconoció que el grupo no reúne a toda la izquierda peruana, en referencia al Partido Nacionalista Peruano (PNP), que lidera Ollanta Humala, y que afirmó que “Nosotros no somos toda la izquierda, como el PNP no reúne a todos los nacionalistas, pero nuestro deseo es constituir este frente”. Mientras Marco Arana, líder de Tierra y Libertad, comentó que la alianza planteará luchar contra la corrupción y la desigualdad, así como defender la preservación de los recursos naturales, precisando que su agrupación “no va a detener” las inversiones, sino que considera que estas deben “orientarse por el camino de la responsabilidad social”.
Se decidió además que la confluencia partidaria de izquierda sea denominada “Alianza Fuerza Social” y participe en los comicios generales con el símbolo que el partido de la alcaldesa electa de Lima, Susana Villarán, usó durante las municipales, y además estará integrada por movimientos regionales y locales.
El Perú del siglo XXI quiere la continuidad de ciertos logros económicos, pero también quiere reglas claras de inclusión social y políticas distributivas, que hace hoy visible un voto de protesta firme en el sur andino y en la selva, que pueden prever un crecimiento muy fuerte para Ollanta Humala que manifiesta: “La gran transformación que el País necesita, surge y se sustenta en la capacidad creativa del pueblo peruano, que en estos años ha demostrado un espíritu democrático, emprendedor y laborioso en búsqueda del progreso, la justicia, la igualdad”.
Debemos advertir hoy la crisis de los partidos y la profunda debilidad de las organizaciones sociales, que otorgan al poder político un grado de autonomía demasiado grande en el Perú, y peligroso; y a las adhesiones políticas un carácter muy frágil, como constatamos en el Congreso y en la propia división de la unidad popular entre FS y el PN, que el pueblo siempre castigó históricamente con el ARI y la IU.
Para los ciudadanos las organizaciones polí¬ticas tienen determinadas funciones que cumplir, para garantizar el funcionamiento de la democracia. Es más, sin partidos no puede haber democracia. Pero ¿Para qué sirven los partidos políticos? La respuesta debe ser: para proponer un proyecto de sociedad, para promover la participación de los ciudadanos en política, para representar los intereses de los ciudadanos; y, para gobernar.
En la orientación anterior el eje central del conglomerado de FS y del PN será reformar la actual Constitución creada por la dictadura de Alberto Fujimori. En el caso concreto de FS se expresó: “Vamos a trabajar el modo como reformar la actual Constitución; vamos a discutirlo en los aspectos técnicos, políticos y económicos porque no podemos mantenerla tal como está, y hay que cambiarla. Sólo hay que ponernos de acuerdo en el mecanismo”, refirió Gustavo Guerra García, vicepresidente de la alianza que conglomera a Fuerza Social (FS), Movimiento Nueva Izquierda (MNI), Fonavistas del Perú, Lima para Todos, Democracia Cristiana y movimientos regionales. Seguiremos analizando.