Por Pilar Marín Bravo
Una mujer que cruza apresuradamente la pista tratando de ganarle al cambio de luces del semáforo o un adolescente que evita utilizar el puente peatonal y desafía los carros en una vía rápida, son imágenes cotidianas de una penosa realidad en nuestro medio: la imprudencia y falta de cultura vial de los peatones.
Se estima que cada año los accidentes de tránsito causan la muerte de alrededor de 1.3 millones de personas en todo el mundo y son la causa principal de muerte en el grupo de entre los 15 y 29 años de edad.
En el Perú, la imprudencia de los peatones sigue siendo una causa importante de los accidentes fatales en las pistas. Solo en lo que va de este año unas 80 personas han muerto en accidentes de tránsito, según la Unidad de Investigación de Accidentes de Tránsito de la Policía Nacional. Es decir, cada día mueren en promedio dos personas víctimas de choques y atropellos.
El problema es que al estado de ebriedad y el exceso de velocidad de conductores, se suma peligrosamente con mayor frecuencia la irresponsabilidad del peatón. Según la Policía Nacional, el 60% de muertes por accidentes son causadas por imprudencia de los peatones.
Cruzar las avenidas sin respetar los cruceros peatonales ni los tiempos del semáforo, o no utilizar los puentes peatonales sorteando los vehículos en vías de alto tránsito no solo revelan la falta de una cultura vial del peatón. Reflejan su negligencia y una falta de compromiso con su vida, con su familia, con el Estado y con la sociedad.
Los noticieros dan cuenta a diario de los accidentes de tránsito que dejan un saldo de muertes, lesiones graves o daños irreversibles que generan pérdidas económicas para las familias y gastos de salud para el Estado.
Lamentablemente, cuando se observan las entrevistas al paso de personas que son detectadas ‘in fraganti’ infringiendo las normas de tránsito, aún en contra de su integridad física, no se aprecia un actitud de compromiso ni de reconocimiento de la falta que se ha cometido.
Para remediar en parte esta situación, la Policía Nacional ha impulsado una campaña para educar y sancionar a los peatones imprudentes, con la aplicación de multas que van desde los 19 hasta los 114 nuevos soles.
Pero no basta con la aplicación de sanciones económicas. La conciencia de una necesaria cultura vial, orientada a construir una base educativa responsable en peatones y conductores debe partir desde la escuela.
Educar desde pequeños a hombres y mujeres sobre las reglas de tránsito y la importancia de respetar las normas para un transporte seguro es encaminarlos hacia una ciudadanía responsable, donde el respeto a la vida comience por uno mismo.
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