El presidente de Uruguay, José Mujica, aseguró este viernes que no venderá su Volkswagen modelo Fusca de 1987, por el que un jeque árabe le ofreció US$1 millón, ya que “ofendería” a los amigos que se lo regalaron.
En diálogo con la emisora uruguaya M24, Mujica confirmó la veracidad de la oferta hecha en nombre de un jeque árabe durante la cumbre de países del G77+China, celebrada en junio último en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra.
El ya famoso “escarabajo” de color celeste fue fruto de “una colecta” de un grupo de amigos del mandatario y su esposa, la senadora Lucía Topolansky.
“Nunca podríamos venderlo, pues ofenderíamos a ese puñado de amigos que se juntó para darnos ese regalo”, indicó.
Mujica, que posee dos automóviles de este mismo modelo, insistió en que ambos “vegetarán” en los garajes de su chacra, mientras estén vivos él y su esposa, y “luego el porvenir dirá su destino”, añadió.
“Desde siempre somos amigos de los Fuscas. Recuerdo que el primero lo conocimos en la década del 50, cuando éramos muchachos, y nos pareció horrible. Pero con el paso de los años, cuando intentábamos cambiar la suerte del mundo en que vivimos, nos enamoramos de ellos”, rememoró.
El mandatario recibió el pasado septiembre, durante un encuentro con el cuerpo diplomático acreditado en Uruguay, una segunda oferta por su vehículo.
En este caso fue el embajador de México, Felipe Enríquez, quien ofreció al presidente 10 camionetas 4×4 a cambio del Volkswagen, que está en perfecto estado y que Mujica suele conducir por las calles de Montevideo.
En la declaración jurada de bienes que deben realizar periódicamente los gobernantes uruguayos, Mujica estimó que su Volkswagen valía unos US$2,850.
Fuente: Perú 21
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