martes, 16 de abril de 2013

Manual para detectar humedad en los suelos agrícolas

A fin de contribuir a la conservación del recurso suelo y optimizar el recurso hídrico, el Proyecto Especial Chavimochic, puso en circulación el Boletín Técnico N° 01 “Determinación de la Humedad del Suelo al Tacto y Apariencia” La publicación a color con ilustraciones, busca que los agricultores, regadores o repartidores de agua, sectoristas, conozcan y analicen de una manera expeditiva las condiciones de humedad del terreno agrícola y puedan decidir si es necesario un nuevo riego. 
“El método del tacto y la apariencia, es una buena forma de controlar la humedad del suelo y saber cuándo regar con la cantidad de agua necesaria a aplicar”, dijo el Ing. Huber Vergara Díaz, gerente del Proyecto Chavimochic. 
El tacto y la apariencia del suelo varían con la textura y el contenido de la humedad y pueden determinarse, por experiencia, con una exactitud de aproximación del 5%, siempre que las muestras se tomen en intervalos de 30 cm de profundidad en tres o más sitios en cada campo aunque lo recomendable es varias los sitios de las muestras y profundidades según tipo de cultivo, añadió. 
Una de las razones por los cuales se malogra los suelos agrícolas es la costumbre de regar por regar, que ocasiona empantanamientos, salinización, perdida de fertilizantes y finalmente el abandono de las parcelas. Con la técnica de “Determinación de la Humedad del Suelo al Tacto y Apariencia”, se mejora los rendimientos de los cultivos, preservando la calidad de la tierra, reduciendo las aguas de cola o escurrimiento del recurso hídrico, cuidando la economía de los agricultores, finalizó Vergara Díaz.

viernes, 12 de abril de 2013

Los estilos musicales de vanguardia

Por: Alfredo Estrada Zavaleta

El repertorio académico de los siglos XVI al XIX, es determinante en sus patrones de textura, ritmo y el motivo principal de la melodía; sugeridos por secuencias propias de una armonía tonal, enriquecida y agradable al oyente, conocedor de las emblemáticas obras de los compositores barrocos, clásicos y románticos. De igual modo, ejecutadas por interpretes en las denominadas, orquestas y grupos de cámara, con instrumentos aparentes para un programa o recital de este género.
A partir del mismo siglo xix e inicios del xx y por obra de ciertos insignes compositores, este modelo y esquema va en otra concepción de las ideas musicales, que incorporan aspectos relacionados al ritmo como a diferentes sonidos extraños a la convencional tonalidad. Sin duda, ello surge por la inspiración de otros exponentes del arte, quienes buscan nuevos horizontes de creación y asumen los recursos de cambio en la sociedad y el empleo de instrumentos y técnicas de pueblos del Oriente e inclusive, establecen múltiples fusiones timbristicas, en una perspectiva de experimentar con otros sistemas musicales.
Por ello y con el tiempo, es muy difícil comprender las obras musicales contemporáneas, sin antes haber logrado algunos conocimientos sobre la vida del compositor y el estilo de sus producciones, quizás el fin y objetivo de aquel no es encontrar la belleza y la sonoridad común, sino llegar a situaciones más elaboradas y complejas en la interpretación. En dicho principio, van las escuelas y tendencias alemanas, francesas, italianas, inglesas y estadounidenses del: Impresionismo, serialismo, microtonalismo, poliestilismo, pantonalismo, electrónica, conceptualismo, minimalismo, nueva simplicidad, futurismo, entre otras. Éstas proponen esquemas de creación musical con diversidad de sonidos, instrumentos y sofisticados equipos, ritmos modernos y populares, proporciones matemáticas, efectos en diferentes niveles y movimientos, cuanto formas de notación especial de acuerdo al registro y alcances prácticos de la obra.
No esta demás afirmar, que la música es el reflejo y expresión de las reformas y cambios en la sociedad, las posibilidades a lograr nuevas fronteras en el campo de la acústica y de igual modo, el producto de la investigación y visión crítica del compositor, en su realidad.

jueves, 11 de abril de 2013

Adiós al tucutín

Por: Marco Sifuentes

Es el fin de una era. Ayer se inició la migración oficial del Messenger al Skype (que Microsoft compró por más de 8 mil millones de dólares). A partir del 30 de abril, no habrá más “mesanyer”, como le decíamos los peruanos. Será el final de una herramienta que se volvió algo más para muchos, especialmente aquí en nuestro país, que era uno de los que, contra la tendencia mundial, todavía seguía usándolo intensamente.
Según estadísticas de comScore del 2011, Perú era el país con más porcentaje de chateros del mundo. El 77,2% de sus internautas usaban algún servicio de chat (nos seguía Brasil, con 73%). La abrumadora mayoría de, por no decir todo, ese porcentaje de chateros utilizaba Microsoft Messenger. De hecho, según ese informe, los peruanos, a diferencia del resto del mundo, usamos más el chat que el correo electrónico para comunicarnos.
En esa encuesta, Perú también es, a pesar de tooodo lo que se escribe sobre la brecha digital y la falta de acceso a Internet, el sexto país que pasa más tiempo en el chat. El peruano chatea un promedio de 6,6 horas al mes (esta categoría la lidera Brasil con 8,5 horas al mes).
Teniendo en cuenta que el Messenger, desde su lanzamiento en 1999, monopolizó en la práctica, durante más de una década, las necesidades de interacción personal electrónica de los peruanos, no debería extrañarnos que su muerte se haya convertido en tema nacional de conversación (y de chateo).
Es cierto que una minoría más informatizada migró, casi con el cambio de siglo, al Yahoo! Messenger y más tarde al Google Talk (alias “el chat del Gmail”), que durante un breve momento el mIRC atravesó todas las barreras sociales y que, en los últimos meses, todo indica que el servicio de chat de Facebook ha empezado a desplazarlo en las mayorías (“¡tienes un inbox!”). Pero para la gran mayoría de peruanos, el Messenger todavía es parte importante de sus vidas.
Hice un breve sondeo de memorias del Messenger, que inevitablemente ocasionó una avalancha de recuerdos de amores conseguidos y perdidos, matrimonios, infidelidades, romances a distancia, peleas de amigos, peleas de parejas, divorcios, sexo virtual cuando incluyeron la camarita, familias que se volvían a ver las caras con la misma herramienta, niños cuyo segundo nombre debería ser MSN, vergüenzas cuando el subnick revelaba qué canción inconfesable estabas escuchando, estrategias para que la chica te diga cuál era su messenger, nicks en colores, emoticones personalizados, ansiosísimos zumbidos, virus al por mayor, irreemplazables archivos adjuntos de trabajo o estudio que jamás llegaban, chats grupales agregando gente que no tenía idea de cómo había llegado allí, cadenas que alertaban de su inminente cierre si no reenvías este correo, tips para ocultarlo en el salón de clase, mecanismos para acceder a él si estaba prohibido en la oficina, además de, por supuesto, decenas de personas con dos, tres o ¡diecisiete! identidades virtuales a la vez (usando un programa apropiadamente llamado Polygamy o, sencillamente, alquilando dos computadoras contiguas en una cabina) y sus ilusas víctimas.
¿Cuánto de todo lo que pasó en nuestras vidas estuvo determinado porque a un ingeniero de Microsoft se le ocurrió agregar esta u otra opción a cada nueva versión de su software? Tenemos un mes más para pensar en eso, hasta que el servicio de chat más emblemático termine de cerrar y todos esos momentos se pierdan, como emoticones en el Messenger.

miércoles, 10 de abril de 2013

Distingamos indulto de impunidad

Por: Segundo Llanos Horna 

El indulto es el perdón total o parcial de la pena impuesta a un reo, pero no “borra” el delito sino sólo el cumplimiento de la condena. Es, asimismo, una gracia exclusiva y excluyente del Presidente Constitucional de la República y, por tanto, regulada por el Estado Democrático de Derecho. Sin mérito vinculante alguno, en el Perú funciona una comisión encargada procesalmente de iluminar al otorgante en la correcta extinción de la sentencia condenatoria. Una de las motivaciones para que se concrete la absoluta voluntad del jefe del Estado es su conmiseración frente la desgracia ajena, fehacientemente demostrada. 
De allí que exista una modalidad humanitaria a la que se está acogiendo el expresidente Alberto Fujimori, transparentemente condenado por delitos de corrupción y lesa humanidad. Los especialistas señalan que ni siquiera la excepción expresa del Derecho Internacional Humanitario puede limitar la decisión presidencial. El expresidente Alan García, quien pudo haber ejercido la facultad de liberar al reo, ha salido a la prensa a exigir que, sin demora, lo haga el presidente Ollanta Humala, quien –desde la República Popular China, donde la corrupción se castiga con severidad- ha dicho, con razón indiscutible, que no aceptará presiones a favor ni en contra. 
Ha trascendido que es consciente de la improcedencia y de que un acto humanitario no es incompatible con la juridicidad y la ética. Cumplido el procedimiento, consta en el expediente que los alegatos para el indulto son absolutamente deleznables. Además, el reo no está arrepentido y, para su bien, no tiene ninguna enfermedad terminal. La concesión de las gracias presidenciales – entre éstas el indulto humanitario-fue normada por una resolución ministerial del gobierno aprista en el 2010 precisando, para los beneficiarios, la casuística de enfermos: terminales, no terminales graves y/o con transtornos mentales crónicos irreversibles o degenerativos. También, como ingrediente complementario a su favor, una condición carcelaria que ponga en riesgo la vida, salud e integridad del condenado. 
El Tribunal Constitucional, máximo vigilante de la constitucionalidad, ha reiterado en asuntos de la concesión del indulto y el mundo entero fue testigo del debido proceso que culminó con la ejemplar sentencia de la sala penal de la Corte Suprema de la República. El Estado ya dio a Alberto Fujimori un trato excepcional al construírsele una “cárcel” singular que, mientras estuvo enfermo, le ha permitido recobrar la salud. 
Hasta donde se conoce, el informe de la Junta Médica Penitenciaria que evaluó prolijamente la situación, señala que el presidiario Fujimori no califica para obtener tan excepcional privilegio que, por cierto, no debe violentar al sistema jurídico de la república ni la ética política. La turbamulta del fujimorismo y sus aliados de ayer y hoy, por lo tanto, pretende una torpe sinonimia entre indulto e impunidad. 
No perdamos de vista, por otro lado, que, precisamente fue la dictadura del recurrente la que pisoteó el humanitarismo que hoy invoca y que, repuesta la democracia, el jefe del Estado tiene la obligación de respetar el principio igualitario de la ley y que, si bien es inhumano que una persona muera en la cárcel, por más merecida que la tenga, el fin primero de la pena es la represión justa del delito.

lunes, 8 de abril de 2013

“Combivencia”

Por: Jorge Bruce  

Uno de los mayores desafíos de nuestra sociedad es la incapacidad para concebir y sostener una noción mayoritaria de bien común. Si revisamos muchos de los acontecimientos que han dominado la agenda política y mediática reciente, lo comprobaremos de manera fehaciente. El debate acerca del indulto a Fujimori prioriza las aristas individuales del caso (compasión versus justicia hacia un reo especial), lo que sin embargo atañe a asuntos de interés público. Los crímenes por los que fue condenado Alberto Fujimori fueron de lesa humanidad. 
Bajo sus órdenes, el Estado peruano asesinó a muchos ciudadanos. Que esto fuera de parte de una estrategia de amedrentamiento a Sendero Luminoso, no cambia un ápice la naturaleza del crimen. Entiendo el sufrimiento de los hijos del expresidente al ver a su padre en la cárcel, como entiendo los de cualquier familiar de un asesino condenado a prisión. 
Pero también entiendo, con mayor razón, el dolor de las madres, hermanos o parejas de las víctimas. Ambas situaciones son deprimentes para los allegados, pero una es injusta y la otra no. Eso sin mencionar la corrupción que nos robó a todos. Sea cual fuere la decisión del presidente Humala, espero que tome en cuenta el bien común involucrado. 
La sentencia del juez Malzon Urbina, cuya delirante redacción y “razonamiento” hacen parecer a Trespatines como Kant y a Cantinflas como Vargas Llosa, es otro ejemplo de sometimiento del bien común a los intereses de unos pocos. Fue muy penosa la defensa de Enrique Mendoza, el presidente del Poder Judicial, quien confundió, como a menudo sucede, la protección del gremio con la función del mismo. 
A saber, la administración de justicia en pro de la calidad de vida de los habitantes de la ciudad. Llamarle independencia del juez a ese absurdo galimatías que ofende la memoria de Sancho Panza es, para mantenernos en el ámbito de los mercados, confundir el rábano con las hojas. 
Pero además, esa aberración jurídica es deprimente para la ciudadanía, en la medida que refuerza la idea que, si bien hay cosas que el dinero no puede comprar, para todo lo demás existe un Malzon.  
Finalmente, un ejemplo de la vida cotidiana. Veo que se ha promulgado un reglamento para multar a quienes bloqueen las intersecciones en la vía pública. Esta es una situación diaria en el tráfico peruano. Por “ganar” tres metros, los conductores impiden el paso de quienes podrían hacerlo mientras el semáforo o la policía detiene a la cola de vehículos que esperan su turno. 
Es flagrante la ausencia del esencial “hoy por ti, mañana por mí”. Esas actitudes, como las de quienes hacen trabajo ruidoso a deshoras o tocan el claxon a mansalva, tienen el mismo fondo de “lo hago porque me da la gana y nada me va a pasar” del asaltante que te arrebata tu propiedad, el turbio revocador o el Gobierno que libera a miles de narcotraficantes y ladrones. Mientras no seamos capaces de ver, colectivamente, el nexo entre estas situaciones aparentemente alejadas, seguiremos condenados a la “combivencia” que corroe nuestra calidad de vida en común.

sábado, 6 de abril de 2013

Sedapal: Por qué no privatizar

Por: Pedro Francke


Es preocupante la situación del agua potable y alcantarillado en Lima: todavía 11,5 por ciento de la población de Lima y Callao no tiene conexión de agua potable y 20 por ciento no tiene desagüe. La contaminación de fuentes de agua por empresas mineras y petroleras es grave en varios ríos del Perú, incluyendo el Rímac. Son indicadores realmente vergonzosos que están a la cola de las capitales latinoamericanas.
El Programa Agua para Todos tan publicitado por Alan García fue desastroso y corrupto. El congresista aprista Julio Herrera, que había sido trabajador de SEDAPAL, utilizaba el seguro de salud y los carros de la empresa pública en su propio provecho, habiendo además audios donde se muestra que arreglaba licitaciones. Quienes pagan los platos rotos, por supuesto, son los pobladores más humildes a quienes las redes de agua potable no llegan.
El derecho al agua no es realidad en el Perú. Ollanta Humala anunció el 28 de julio pasado una reforma constitucional por el derecho al agua que no se ha concretado.
Pero la alternativa de privatizar las empresas de agua no ha dado mejores resultados. El Perú ya tiene experiencia: la empresa privada Aguas de Tumbes administra el agua potable en ese departamento desde el 2005, hace ya 7 años. Es bastante tiempo como para ver los resultados, y la información de la SUNASS – la Superintendencia de Agua y Saneamiento - indica que Tumbes tiene la segunda cobertura de acceso al agua más baja de todo el Perú.
La empresa privatizada de agua de Tumbes ha cumplido solamente el 42% de las metas comprometidas. Por ejemplo, se comprometió a hacer 135 piletas en 5 años y solo hizo 8. Se comprometió a dar agua 23,5 horas al día y no llega ni a 16. Debió instalar 9,967 conexiones de alcantarillado y solo puso el 6% de esa cantidad.
Recientemente, en otros ámbitos de empresas de servicios públicos concesionadas, hemos visto negociaciones poco transparentes. Es el caso del Aeropuerto de Lima – a quien en una sexta (¡) renegociación del contrato le está permitiendo cobrar TUUA a los pasajeros en tránsito lo que elevará sus ingresos en más de 100 millones de dólares anuales.
Pensar que todo se resuelve simplemente privatizando todas las empresas públicas por razones ideológicas no se condice con los aprendizajes que la historia nos brinda. Tener un estado eficiente, ajeno a la corrupción y que ponga por delante derechos básicos como el derecho al agua es fundamental. Para eso queremos un SEDAPAL transparente y gerencial.