Por Ántero Flores-Aráoz
Cada cierto tiempo, los ciudadanos concurren a las urnas para elegir al presidente de la República, vicepresidentes, congresistas, gobernadores regionales y sus consejeros, al igual que alcaldes y regidores. Los candidatos a los cargos electivos, así como las agrupaciones políticas a las que pertenecen, informan al electorado respecto de la hoja de vida de los postulantes, e igualmente publican sus planes de gobierno.
Lamentablemente, hasta ahora los ciudadanos que analizan la hoja de vida de los candidatos y los planes de gobierno que se presentan son los menos, y es muchísimo mayor el número de electores que no les importa ni el conocimiento de los antecedentes de los postulantes ni lo que pretenden hacer en caso de ganar las elecciones.
Tampoco inquieren sobre los equipos humanos de gobierno que tendrán los candidatos a cargos ejecutivos, con lo cual el resultado es que los electores emiten su voto por simpatías, porque los fascinó el discurso fácil o el espectáculo musical o bailable, que ha convertido en rutina en las presentaciones de los candidatos que parecen competir –aunque sin mayor suerte– con los verdaderos artistas.
La situación advertida es por todos conocida, por lo que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), en el ánimo de que los ciudadanos emitan voto responsable, ha iniciado una rueda de conversaciones con las agrupaciones políticas, asistido por el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan) y por el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES).
Si las agrupaciones políticas suben el primer escalón, que es la preparación seria de sus planes de gobierno, el siguiente paso que tendrán que dar las autoridades electorales será difundir entre los electores la necesidad de que se informen sobre esos lineamientos de trabajo y motivar a que conozcan los equipos humanos que acompañarán a los pretendientes a gobernar.
Con buen criterio, la autoridad electoral ha expuesto a las agrupaciones políticas el contenido que teóricamente deberían tener sus planes gubernamentales, y ha proporcionado la estructura deseada de tales planes, lo que indiscutiblemente es una valiosa ayuda para los partidos y los movimientos regionales y locales, pero que de modo alguno significa direccionalidad en cual o tal sentido, siendo únicamente modelo a tener en cuenta.
Los planes de gobierno de las agrupaciones políticas no necesariamente tienen que seguir las pautas de contenido o de simple presentación que proporciona el JNE. El objetivo es preparar y exponer sus planes que no necesitan tener relación con las políticas de Estado del Acuerdo Nacional, dado que los movimientos y partidos políticos podrían disentir de todo ello y tener su propia visión de país y de lo que se requiere para lograr el bien común.
El JNE, con el inicio de esta importante tarea, se apunta un nuevo crédito. Bien por ello.
0 comentarios:
Publicar un comentario