Las playas de Huanchaco, Buenos Aires, Las Delicias y Salaverry, los escenarios turísticos que en su momento, fueron el motivo de solaz inspiración de los poetas y encuentro de las familias; pero, restringidas y afectadas por fenómenos como: El oleaje, la contaminación y las continuas edificaciones próximas a la orilla y ocupando en otras situaciones zonas pantanosas. El muelle, la pérgola, la climática, el faro, los tradicionales restaurantes y ciertas esculturas; constituyen el reflejo de los tiempos de apogeo. Igualmente, Trujillo ha experimentado ese proceso de cambio, ya en el diseño de sus viviendas y centros comerciales; cuanto también, con nuevas posibilidades para el público en materia económica, formativa y de recreación, así: El mural UNT, El paseo de Pizarro, by pass de Mansiche, los museos, las universidades y las áreas verdes.
Bajo este tema, la estética y su campo de estudio desde las teorías de su propósito (naturalistas, modernas, postmodernas y del siglo xxi), nos permite considerar a los aspectos artísticos, como una aceptación de ideas y principios, susceptibles de ser modificados por la sociedad y están referidos a las categorías de esta ciencia (desde lo bello y sublime, hasta lo naif y kitsch). Por la época y el ámbito geográfico, el valor estético; incluye diversas razones de utilidad y concepción filosófica, llegando a estar relacionado con el libre mercado y la política de turno, como hoy en día con la libertad de creación y difusión de las obras.
Al legado hispano de diseño arquitectónico en cuadrantes de la ciudad, el empleo de materiales, el suministro de servicios públicos y generalmente, la edificación de máximo cuatro niveles; se aprecia en la actualidad, muchos complejos habitacionales y condominios de moderna tecnología y una distribución indispensable de ambientes para la comodidad de los propietarios en más de diez pisos. En lo que concierne a la pintura, la demanda de retratos familiares y las de formato cívico político; hoy las salas de exposiciones, muestran imágenes abstractas y temas sociales, sin límite de colores y técnicas, solo guiadas por la sensibilidad del artista. En la literatura, se mantiene la línea de los intelectuales en la senda del indigenismo y la integración de nuevos representantes, como la organización de ferias; aunque, en las últimas décadas se prefiere utilizar un lenguaje no tan apropiado y metafórico, con el objeto de evitar inconvenientes y dificultar su comprensión.
La puesta del teatro clásico de tragedias y comedias por compañías y asociaciones; va en acción de la problemática coyuntural y la sencillez escenográfica. Para el cine de aceptación en películas mexicanas e hindúes y cuyos escenarios son locaciones evangélicas; los mall ofrecen en sus salas de proyección, los estrenos de la generación digital y aquellas que causan gran impresión en el espectador. El éxito de los aeróbicos, los gimnasios y los certámenes de marinera, son el motor de la población trujillana y posibilitan un interesante movimiento económico, tanto por lograr la belleza, y protagonismo respectivamente.
La música de conciertos, óperas y zarzuelas queda reducida a un sector conservador; mientras la mayoría de la población, se concentra en lugares como: Pubs, discotecas, karaokes y las fiestas de las colonias regionales, donde el ritmo caribeño y las cumbias prevalecen.
Finalmente, el vestuario y los accesorios, concitan el interés del público; al ser adquirido con facilidades de pago en los mall y visto en las últimas tendencias de los modistos peruanos, a partir de texturas naturales y sintéticas con diferentes aplicaciones. Tatuajes, peinados, celulares, tablets y piercing, forman parte de la imagen personal del trujillano, estando a la espera de cualquier novedad, que le permita estar a tono con el mundo del siglo xxi; funcionando a la par, varias clínicas de cirugía estética y reconstructiva para satisfacción del cliente. Ocurre lo mismo, con la gastronomía local y sus fusiones; desde platos de cocina gourmet y criolla-internacional a emparedados llenos de carne y salsas.
Por lo demás, un Trujillo con tradiciones, costumbres e innovaciones de una metrópoli, que se enriquece y adquiere un nivel económico y social muy diversificado y tolerante. El vasto escenario publicitario de edificios, salas de casinos, antenas, pantallas leds, banderolas,combis, paneles, vendedores de chocho y ceviche; que extrañamente combinan con el ruido de bocinas, semi-veredas, cables, semáforos de adorno, gallinazos y casonas ruinosas. En si forman parte de la estética local, parecida al de otras ciudades; pero, con un clima que varía a causa del Proyecto Chavimochic, la industria de la construcción, el acento lingüístico, el empleo de la red y el boom de la fotografía con sus aplicaciones digitales (selfie, photoshop y otras).
Este año 2015, será de muchos proyectos y retos personales y familiares; sumando a ello, lo que la información y tecnología, nos proporcione.
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