domingo, 20 de enero de 2013

NEGANDO LA LIBERTAD DE PRENSA


POR: UBALDO TEJADA GUERRERO – Analista Global.
El Consejo de Ministros aprobó el proyecto de ley sobre el “negacionismo”, que busca penalizar las conductas que justifiquen o nieguen los delitos de terrorismo en el país. Esta es una ley de marras, ofende el libre pensamiento, negando la libertad de prensa en el Perú.

Para los peruanos defender conquistas históricas logradas por los periodistas como la libertad de prensa y la libertad de expresión, pilares fundamentales de la democracia, es un deber ciudadano y un total rechazo al mencionado proyecto de ley, por constituir una mordaza a la libertad de prensa y un peligro en que se verían envueltos todos los periodistas o directores de medios de comunicación del Perú, que han cerrado filas alrededor de sus gremios.

Seguimos sin aprender la importancia de leer la realidad peruana, y el interés por saber qué está pasando en la raíz de los problemas y conflictos sociales, y una sugerencia velada que revela la postración intelectual en que se encuentra el Perú para enfrentar sus problemas.

En el Perú se construye otra vez una salida autodestructiva, tomando distancia de todo aquello que resulte inaceptable, de condenar todo aquello que resulte hereje y de considerar que todas las personas que están lejos del Perú oficial son enemigos irreconciliables con la paz y la democracia, y la libre lucha de ideas, faltando que hasta el color rosado sea proscrito.

Este proyecto busca penalizar a aquellas personas que públicamente y por medios idóneos, en este caso públicos, aprueben, justifiquen, nieguen o minimicen los delitos de terrorismo. El Consejo de Ministros propone como fórmula legal la incorporación del artículo 316°-A al Código Penal con el concepto “Negacionismo de los delitos de terrorismo”.

Estamos convencidos del valor de la libertad de prensa, en todas sus formas en que se le considere y cualquiera sea el medio empleado, su práctica responsable es una de las mayores garantías, para el Estado de Derecho, la democracia, la justicia, la paz y los derechos humanos.

Es ético mantener su propia convicción, lo contrario es inmoral, y atenta contra el prestigio propio y profesional. Las creencias y criterios se fundamentan en principios éticos superiores.

Bastará que un procurador, un grupo de víctimas, o un cuerpo militar, consideren a estas críticas como ofensa a un colectivo social, para activar la imputación por el delito de “negacionismo” que se propone y se abriría un ciclo oscuro a la libertad de prensa en el Perú.

Invocamos al pleno del Congreso de la República a tener en cuenta y ponderar los graves perjuicios que una norma penal como la que se propone podría generar en la vigencia de la libertad de expresión en el país y por ende en la consolidación del Estado constitucional. Exhortamos al Poder Ejecutivo a revisar esta propuesta que no se condice con la línea de pleno respeto a la libertad de expresión.

El proyecto contempla la imposición de pena privativa de la libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho años, al que públicamente apruebe, justifique, niegue o minimice los actos cometidos por organizaciones terroristas y establecidos en una sentencia judicial, olvidando que el derecho a emitir una opinión es inalienable.

El proyecto de “ley del negacionismo” enviado por el Poder Ejecutivo representa una seria amenaza a la libertad de opinión, es inútil, torpe y peligrosa. El texto del Proyecto pone al alcance de persecución penal la difusión de opiniones discrepantes con sentencias judiciales firmes, sea porque se crea que atribuyen equivocadamente acciones terroristas a personas que forman parte de este tipo de organizaciones, o porque se considere que son desproporcionadas en las penas impuestas.

Opinar que la sentencia condenó a inocentes puede calificar, en los términos del Proyecto, como la negación de la comisión de delitos de terrorismo. Y si se opina que la pena es excesiva, como la minimización de tales ilícitos; ambas figuras están penalizadas con prisión de entre cuatro a ocho años.

Para todo ciudadano peruano debe ser de lectura obligada el texto de la citada norma legal.

martes, 15 de enero de 2013

Oso de anteojos, un peregrino que busca sobrevivir

Por: Carlos Páucar
Durante unos pocos meses engordan y se ven rebosantes, robustos, imponentes, la vida parece sonreírles sobre todo porque abunda el alimento que les da más proteínas, el sapote... pero en otra etapa, durante largos extenuantes y duros meses, se les ve delgados, apenas alimentándose de tallos y cáctus, pequeños insectos como los caracoles y algunos panales incrustados a mitad de precipicios y pendientes.

El oso de anteojos, ese peregrino de los andes peruanos, vive una dramática realidad en la zona de Lambayeque pues el bosque seco en el que se mueve le presenta drásticas condiciones, desafíos constantes para su supervivencia.

EXPERIENCIA PELIGROSA

Los osos descienden, de diciembre a abril, a las partes bajas en busca del codiciado sapote. Es una experiencia peligrosa, pues pueden toparse con los seres humanos, siempre impredecibles. Evitan entonces los poblados, pero chocan con otra realidad: el sapote es usado para la artesanía, como leña, para levantar cercas, en la agricultura.

La bióloga de SBC Perú, Jessica Amanzo, destaca que en el Valle de la Leche, el sapote es el único fruto que ayuda a los osos tremarctinos a sostenerse todo el año. Comen hasta el hartazgo en verano, engordan mucho, pero el resto del año adelgazan de modo dramático.

Madres y crías después deambulan, apenas manteniéndose con los troncos de pasallo y algunas pequeñas especies. "Si desaparece el sapote desaparecen los osos del bosque seco", concluye Jessica, con preocupación.

El sapote no es entonces como la golosina que deseamos de vez en cuando. Es vital para este oso que, con su pelaje enredado, disemina semillas a lo largo de sus peregrinaciones. Es más, de su fruto depende también su reproducción.

Las osas del bosque seco dependen del sapote para entrar en celo y reproducirse. Necesitan estar suficientemente gordas, con el cuerpo en buen estado para ser fertilizadas, guardan el esperma hasta encontrarse en forma y eso lo logran solo gracias al fruto que les da más vitalidad y fuerza.

Este oso peruano que no hiberna, que no es agresivo y cuya grasa no tiene poder curativo como dicta una creencia popular, se encuentra en peligro de extinción pues su hábitat está en un grave deterioro.

Las zonas que recorre esta gran especie (con el tapir son los más grandes mamíferos del país) se fragmentan por la presencia humana. Los bosques por los que transita son colonizados para la agricultura, la ganadería y la vivienda.

Ya es una zona frágil en la que se desarrolla, ya el bosque seco le presenta desafíos constantes, y las condiciones de su alimentación son drásticas, incluso debe desafiar las laderas de cerros y las peligrosas pendientes, con sus pequeñas crías al lado, para hallar caracoles, hongos, huevos... Y la presencia humana le abre condiciones más difíciles.

En los meses más duros, de mayo a noviembre, cuando las condiciones ambientales le son desfavorables, debe ir por largas distancias para hallar comida o pozas de agua. Por supuesto, los que más sufren son las crías. Muchas de ellas sucumben en esa etapa, solo el árbol del pasallo y algún cactus los mantiene en pie.

CONOCER PARA DECIDIR

Pero ¿hay que protegerla o se trata solo de generar actividades que permitan ayudar a su protección? Para Jessica Amanzo, investigadora de SBC Perú, entidad de gran labor con la población de osos en la zona de Batán Grande, es importante conocer a la especie para decidir qué hacer.

"Por ejemplo, en el turismo, se puede hacer un observatorio para turistas, pero los osos pueden sentirlos y no copular, puede no haber crías. No solo es decir cuál es el beneficio para la gente, sino qué es decisivo para la especie"... Es decir, anteojos debemos usar nosotros, los seres humanos. Para ver lo que está ocurriendo. Y de una buena vez.

INVESTIGACIÓN

La organización Spectacled Bear Conservation Peru (SBC Perú), con la bióloga Robyn Appleton a la cabeza, inició en el 2006 una investigación de la especie en la zona del valle del río La Leche.

Desde ese año han monitoreado más de 40 osos de anteojos, colocándoles GPS o instalando cámaras trampa en sus rutas. Han conseguido valiosos datos de la especie que no se conocían.

En el 2010 el municipio de Pítipo estableció el Parque Arqueológico y Ecológico Batán Grande, con 45 mil hectáreas. La zona tiene importante presencia de osos.

miércoles, 9 de enero de 2013

Señores Congresistas de la República del Perú:

En los últimos 70 años, el país ha vivido una gran revolución de la cultura, protagonizada por millones de provincianos del otro Perú a los cuales ustedes dicen representar; pero con sus hechos, están acabando de dinamitar, no sólo el Congreso, sino la democracia tan precaria hasta hoy. 

Para su conocimiento existe una sociedad nacional emergente, formada producto de la migración provinciana de más de 8 millones de peruanos, en el proceso de descentralización forzada interna y hacia el exterior en más de 3 millones, producto de la globalización mundial. 

La sociedad nacional emergente es la que les dice: no es ético su aumento de sueldo, y es una bofetada a la pobreza de los más de 1´400,000 empleados del Estado, de los mas de 3 millones de las empresas privadas, de los mas de 1 millón de pensionistas, amas de casa y desempleados. 

Éste Estado fracturado y en desborde permanente por una sociedad nacional emergente, se ha convertido hoy en un modelo de relación del Perú profundo olvidado con el poder político, incapaz de reformarse, pese a su autonomía e inmunidad congresal, que casi siempre termina en impunidad. 

El otro Perú real, no sólo emerge a las espaldas del Perú oficial, es un activo emprendedor, promotor de la modernización económica, sino que a partir de 1,980, se ha convertido en un protagonista activo de la vida política del siglo XXI; y, en las últimas elecciones (locales, regionales y nacionales), se pone en evidencia que bajo liderazgos honestos y creíbles, que sepan captar sus mensajes, son capaces el 2,014-2,016 en convertirse en la fuerza motriz para el cambio de estructuras y la regeneración moral que el país requiere. 

Señores congresistas, con sus hechos demuestran que son incapaces de administrar éticamente sus sueldos, con los recursos que los ciudadanos les damos a través de nuestros impuestos al Estado. Les pedimos que se capaciten, porque en pleno siglo XXI, el Perú ni podrá importar gerentes para el Congreso, ni el Estado, tendremos que desarrollarlos en nuestras propias organizaciones desde los sindicatos, colegios profesionales, asociaciones, empresas y del mismo Estado; esto, no desplaza las ideologías, sino que las hace más productivas. 

En una democracia es bueno que existan las ideologías, como expresión de la libertad de pensamiento, pero también es bueno que existan sólidos conocimientos, habilidades y destrezas para la aplicación de planes de acción. Recordemos que el profundo cambio del Perú no está sólo en los Planes de Desarrollo Concertado (local, regional o nacional); estará en su producción eficiente, en la elevación de la productividad, en la transformación del país por su fuerza de dirigentes, que década vez debe ser mayor en calidad y honestidad. 

Los peruanos de la sociedad nacional emergente, les dicen que su reto será armonizar sus propias estrategias de desarrollo del Estado con las que demanda el Perú real, esto significa en lenguaje sencillo que aceptemos que tenemos que aprender lo que no sabemos; y, que tendremos que aprender que en nuestra inteligencia debemos dejar un espacio libre denominado “células de exposición al cambio”. 

Señores congresistas, como parte de las élites de éste país, tienen una responsabilidad con el Perú, con las empresas, con los partidos políticos; pero fundamentalmente con los trabajadores de ésta sociedad nacional emergente, a los cuales algún día puedan decirles que son personas imperfectas, que después de conocerse a si mismas, han decidido batallar hasta el fin de sus días, en el ánimo de ser ejemplo de transparencia de valores, que hoy día nuestro pueblo busca en los líderes políticos, basta de caudillos y outsiders. 

Éste servidor les dice, que no es una condición para un buen congreso, el pago de insultantes aumentos. ¡No! ¡Mil veces no! Ustedes no han sido contratados por concursos de méritos, ni en parlamento es una línea de carrera para jubilarse. Ustedes deben responder a sus electores, sin tomar acuerdos a espaldas del pueblo. ¿Por qué no puede introducirse una figura legal de revocatoria, como una manera de evaluación meritocrática ciudadana para el Congreso? 

Finalmente, hasta hoy no avizoramos una élite de nuevos intelectuales y líderes políticos y culturales, que sean capaces de conducir creativamente éste renacer provinciano, y lo convierta en un verdadero movimiento regional de ciudadanos organizados, con la tendencia de integrarse a verdaderos partidos nacionales, regenerados moralmente, con ideología, estatuto y programa, que fomente cambios estructurales en el Estado, la empresa y las instituciones del Perú real al servicio del pueblo peruano. 

Espero su amable respuesta. 


Que Dios los bendiga. 
Atentamente, 
UBALDO TEJADA GUERRERO –Analista Global.

lunes, 7 de enero de 2013

BAIPÁS MANSICHE: NI UNA PALABRA MÁS

Por: Raúl Rivero Ayllón

Ni una palabra más. Manos a la obra. Estas son las conclusiones después de tantas especulaciones (algunas, técnicas; otras, políticas; otras, ciudadanas; y otras, de mala fe). El tan promocionado “baipás” del Óvalo Mansiche será una realidad dentro de diez meses (plazo contractual entre la constructora y la MPT).
En la última reunión, si bien es cierto los técnicos y funcionarios de la MPT explicaron sobre la urgencia de la obra y sus beneficios, no pudieron evadir la reflexión de la presidenta de la Cámara de Comercio de La Libertad: la necesidad de socializar, en forma anticipada y recepcionar la opinión de la sociedad civil sin distingos de ninguna índole, antes de ejecutar una obra. En este aspecto, la presidenta tiene toda la razón.
En todo proyecto, ahora las tecnologías informáticas matemáticamente nos dan resultados favorables. Sin embargo, debemos tener en cuenta que no sólo los datos numéricos determinan la factibilidad y el éxito de cualquier proyecto. El “baipás” de Mansiche no es sólo una obra de infraestructura, sino también social y ambiental.
Por lo tanto, no sólo son expertos los técnicos en ingeniería, arquitectura e informática; también son los conductores, los peatones los policías de tránsito, quienes están en capacidad de aportar su experiencia (viven y transitan en las calles, a pié). Ésta experiencia, conjugada con la gestión edil, podrían concebir obras que armoniosamente se orienten a la perfección (¿Y por qué no buscarla?), en una ciudad que cada día ya no es de los trujillanos de abolengo español.
Una de las preocupaciones latentes, es la percepción de una política no sistémica en el tratamiento de la problemática de seguridad vial. Ya lo comentamos en el diario La Industria, cuando se intentó aplicar multas a los peatones infractores de las reglas de tránsito: la seguridad vial por su misma naturaleza implica la intervención dinámica de peatones, conductores (públicos y privados), policías de tránsito, autoridades y funcionarios responsables de la administración pública.
Un sistema de seguridad vial considera los componentes: infraestructura (pistas, veredas, rampas, puentes peatonales, “baipás”); señalización; semaforización (para peatones y conductores); paraderos, sistema de zonas rígidas; rutas para vehículos de transporte público. Asimismo, el humano (policías de tránsito, autoridades fiscalizadoras, peatones, conductores), educación y promoción de la cultura de la seguridad vial.  
Si todo ello se cumple, la ciudadanía valorará el impacto del “baipás” en forma favorable. En caso contrario, será una obra más como los actuales óvalos (Mansiche, Grau, La Marina, Mochica), de las cuales -desde que tengo uso de razón política (década del 70)- nunca hubo tanta controversia, como en el caso del hoy “Intercambio Vial del Óvalo Mansiche”. Sin embargo, los ciudadanos sufrimos la afuncionalidad de dichos óvalos: no cumplen su rol en forma idónea.
En el caso del “baipás” Mansiche (la primera obra emblemática de Trujillo), después de entregada la obra -con exactitud- podremos valorar su impacto: si resolvió el problema de tránsito vehicular.
Es natural que la ciudadanía exija obras de “calidad”. Recordemos que la calidad está dada por la “propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor”. En consecuencia, ¿quién debe juzgar si el “baipás” es o será de calidad? Serán los operadores de la seguridad vial: conductores de vehículos (privados y públicos), los peatones (quienes sufrimos por la semaforización sólo para conductores), los policías de tránsito, los habitantes y representantes de instituciones (quienes viven “segundo a segundo” el caos vehicular actual).
Por lo expuesto, la calidad de la obra no está garantizada sólo por “el resultado del software informático” (a decir, en forma reiterada, por los técnicos y funcionarios de la MPT). En síntesis: el público –ciudadanos que pagamos tributos a la municipalidad- y la opinión pública son los que determinarán la calidad de la obra.
Mientras tanto, otorguemos nuestra confianza a la gestión edil. Recordemos que todo proyecto es una hipótesis de trabajo y al gestor gubernamental debemos darle nuestro respaldo. Ni una palabra más. Manos a la obra.

jueves, 3 de enero de 2013

miércoles, 2 de enero de 2013