La abstención de los electores japoneses permitió un triunfo arrollador del gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD) durante los comicios legislativos anticipados que consolidan en el cargo al primer ministro Shinzo Abe.
Con un abstencionismo récord de 46,7 por ciento de unos 100 millones de votantes, es evidente que los resultados de la consulta de este domingo no refleja el sentimiento total de los habitantes del país del Sol naciente.
Esa franja de electores escogió el camino del silencio ante la duda de que el primer ministro y su Gabinete pongan fin a la deflación, generen crecimiento económico y también porque no vieron capacidad innovadora en la oposición.
Varias encuestas confirmaban la ventaja del jefe del Gobierno, aunque solo un optimismo extremo podía esperar que la coalición del PLD y el Partido Komeito, aplastara de la forma que lo hizo, a cualquiera de las fórmulas opositoras.
Abe dispondrá ahora de mayor margen de maniobra con un apoyo de 326 escaños (291 de su partido más 35 del Komeito) de los 475 en disputa, es decir, dos tercios del hemiciclo.
El ejercicio comicial representaba un referéndum con respecto al plan de la economía, el llamado Abenomic, el cual, pese al descontento que genera en la población, no bastó para un rechazo.
Las previas a las elecciones legislativas reflejaban que sólo 16 por ciento de los encuestados recibieron beneficios de la política gubernamental de los últimos dos años, mientras que 75 de cada 100 aseguró que fue de más a menos.
La ganancia de Abe en las elecciones parlamentarias anticipadas, en tanto que libradas a dos de los cuatro años de mandato, también decidieron sobre el futuro de otro aumento del impuesto al valor agregado.
En abril pasado, el Gobierno elevó de cinco a ocho por ciento los impuestos y ahora pretende subirlos hasta 10.
Shinzo Abe reafirma su cargo frente a las divisiones internas en el PLD que pudieran poner en peligro su liderazgo en las elecciones partidistas programadas para septiembre de 2015.
A tal punto llegó el fracaso del opositor Partido Democrático de Japón (PDJ) que su líder, Banri Kaieda, perdió su asiento parlamentario y como primera consecuencia renunció a liderar la agrupación política.
Kaieda dirigió el PDJ en las últimas tres pruebas electorales y en esta deja en la peor de las indigencias a cualquier iniciativa de la oposición con solo 73 escaños.
Hay inquietud por la política de Abe orientada a reanudar operaciones de las centrales nucleares cerradas después de Fukushima; restar importancia a los crímenes de guerra cometidos por japoneses y la pretensión de revisar los términos pacifistas de la Carta Magna.
Aunque ninguno de esos temas recibió atención adecuada, por no decir que no hubo casi mención alguna, a lo largo de la campaña electoral.
Fuente: PRENSA LATINA
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