Transcurrida la primera década del siglo xxi, se advierte un escenario mundial dispuesto en los servicios de Internet y una publicidad, que se expresa en todas las líneas de acción económica, utilizando una diversidad de efectos y contenidos, tras captar la mayor cantidad de potenciales clientes y éstos como sus ocasionales promotores.
En la referencia histórica, algunos documentos acreditan tal práctica en los pueblos de la antigüedad y que evoluciona, en cuestión de las dinámicas y estrategias de consumo y servicios, incluyendo en su momento, las tradiciones y circunstancias geográficas y culturales de cada época. Sin embargo, la publicidad, lejos de esa primigenia adopción de cantares y llamativos instrumentos de percusión y vientos ofreciendo productos, luego el uso de la imprenta para almanaques y periódicos, aquella del trabajo por agentes y el novedoso cambio con el sistema del brainstorming o técnica creativa.
Según el avance del conocimiento en publicidad y los aportes de las corrientes artísticas, como la especialización en el mercado comercial; hoy esta ciencia, nos presenta una infinidad de modelos de impacto y formas de comportamiento de la persona, vinculadas a otras esferas con significativo resultado de efectividad y trascendencia. La política, el turismo, la educación, el deporte, la música, el cine y la industria en sus respectivos campos; generan todo un movimiento de compilación de usos e iniciativas muy bien diseñadas y que son materializadas en los medios de aceptación masiva.
Se puede colegir, que esta inicia con la expectativa y la novedad de un producto y servicio en sinónimo de impacto, sigue a través de la fijación de ideas y particularidades específicas y primordiales en la mente de los usuarios, posteriormente se persigue un efecto de necesidad-deseo constante y hasta compulsivo de su adquisición y solicitud, concluyendo en plantear otras posibilidades de convencimiento, reacción e interés para evitar la saturación o bloqueo en el cliente.
A su vez, la publicidad se apoya en ciertos estilos de acción y desarrollo de oferta, que van desde los del plano emotivo del consumidor y dramatizaciones y otros con clara evidencia de imágenes de marca, las propuestas únicas de venta, en posicionamiento de un segmento y de carácter subliminal. En sí, depende mucho de la sensación que experimente y mantenga el cliente en determinado producto; esto sin duda, incluirá una selección de colores, formas, textos, vocabulario y la apropiada secuencia en los medios de difusión.
No esta demás decir, que los productos y los servicios, son necesarios en niveles comparativos y diferenciados y procuran lograr un estándar de vida importante; pero de igual manera, los mecanismos de su adquisición, empleo y conservación, dependen del buen criterio que guie al consumidor, en temas de promociones y fuentes de crédito. Por lo tanto, será indispensable estable un equilibrio entre consumo y pago, para evitar futuros inconvenientes.
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