martes, 2 de febrero de 2010

Rompiendo paradigmas en la gestión del riesgo de desastre

“Actualmente, el mundo tiene a su disposición una gran cantidad de conocimiento e información en materia de reducción de desastres; la clave es compartirlos” http://colombia.indymedia.org/news/2008/07/90269.php

Por: Prof. Mg. Lincoln Alayo Bernal
Director Académico del Centro de Capacitación y Prevención para el Manejo de Emergencias y Medio Ambiente S.O.S. Vidas Perú
www.sosvidasperu.org
prevencionpe@yahoo.com
http://prevencionpe.blogspot.com/

Las primeras crónicas de desastres datan del siglo XVI y desde ese momento, la forma en que la población y las autoridades han actuado frente a los desastres ha entrañado una combinación de improvisada generosidad Ocurría un desastre importante y sus efectos se iban olvidando con el paso de los años hasta que nuevamente la naturaleza mostraba su cara tenebrosa y la gente se veía obligada a sumergirse en la acción, como si las actividades meramente físicas de desenterrar de entre los escombros a muertos y heridos, ayudar a los vecinos a reconstruir y plantar de nuevo los campos, fuese lo único por llevar a cabo. Sería cuestión de tiempo hasta que la adversidad llamara a la puerta y hubiera que enfrentar un próximo desastre.

El último TERREMOTO ocurrido en el Sur del Perú, en Agosto del 2007, y los eventos climáticos extremos como friaje, lluvia y las inundaciones en Cusco, Apurímac y Ayacucho de este verano del 2010 e internacionalmente el Terremoto en Haití del 12 de enero, así como otros eventos extremos en todo el mundo, ha permitido que subiese a la superficie una abrupta señal que nos espera una renovación del pensamiento y romper algunos paradigmas relacionados a los desastres, aquellos mal llamados desastres naturales.

“El desastre es un fenómeno social, no es la ocurrencia del hecho meteorológico, sísmico o inundaciones etc., sino el impacto de ese hecho en una comunidad o sociedad. Más aún, el desastre es una manifestación de fallas en el sistema social para proteger a las personas ante consecuencias de fenómenos naturales. Cuanto más pobre es una región, mayor es el impacto del fenómeno natural y la posibilidad de que este se convierta en desastre. Además de que la pobreza aumenta la probabilidad de desastres, los desastres contribuyen a hacer más subdesarrollado el subdesarrollo.” (“Actuar ante el Riesgo porque los DESASTRES NO SON NATURALES” http://www.rimd.org/advf/documentos/48a32c39e8eab.pdf)

Este cambio, que antes de estas fechas ya evidenciaba su proceso (lento), involucra a las organizaciones que se relacionan con el cuidado de la vida, de un modo inexorable. Es necesaria una re funcionalización y operatividad de las direcciones de atención de las Emergencias y de las Oficinas de Defensa Civil de los Comités Regionales, Provinciales y Distritales. Es decir deberíamos cambiar sus culturas ORGANIZACIONALES, pues hay una nueva visión; incorporar nuevos actores como a las comunidades, las personas, sus VOLUNTADES, sus ideas su creatividad y también sus esperanzas.

Los fenómenos Naturales extremos (Desastres), los Peligros Tecnológicos y hasta el Terrorismo, toda acción emanada de la naturaleza o del comportamiento humano, necesitan de una administración renovada que comprenda de forma más directa a la población. Existe a la fecha un repertorio actualizado de amenazas, que han salido de su estado larvario para presentarse en nuestra sociedad de un modo cruel y casi sádico. Y las comunidades deben ingresar a la gestión de estos peligros de origen antrópico, derribando antiguos organigramas, viejos esquemas de trabajo y administración. Hoy la población pide SEGURIDAD. La Seguridad es solo una percepción que surge de la PREVENCION y de la EDUCACION, así como de la capacitación e instrucción.

“La educación tiene importancia y prioridad, porque si el hombre no adquiere, desarrolla y manifiesta conciencia, conocimientos, comportamientos, actitudes y participación en cuanto a los riesgos de desastres, no será capaz de prevenirlos. Es importante lograr que la educación contribuya y facilite el logro de una cultura de prevención, y que la población y las comunidades se preparen y actúen frente a los desastres”. Mg. Zonia Luz Reyes Flores Facultad de Educación Universidad Nacional de Trujillo La Libertad Perú. http://www.rieoei.org/jano/2207Alayo.pdf

Los Comités Regionales, Provinciales y Distritales de Defensa Civil, deben activar un sistema de voluntariado e incorporar, fortalecer y crear más instituciones voluntarias de respuesta ante fenómenos extremos, tales como Las Unidades de Cruz Roja por lo menos en cada Provincia, Cuerpo de Brigadistas Voluntarios de Defensa Civil en cada Distrito, y Crear Compañías de Bomberos Voluntarios, todos preparados y equipados para ser el soporte de los Comités de Defensa Civil, los cuales realizaran labores como: rescatar a los sobrevivientes, atender a los heridos, apagar los incendios y controlar los escapes de sustancias peligrosas, brindar albergue, agua y alimentación a los damnificados, evacuar a las personas a lugares más seguros, establecer comunicaciones, resguardar la seguridad y el orden público, e identificar y disponer de los cadáveres, y todo ello en tiempo real.
La tarea que nos espera es la INTEGRACION; ya que no interesa tanto que existan niveles autodenominados “de Mando”, (Las Oficinas de Defensa Civil a nivel Regional, Provincial, Distrital y sede Central cuentan con jefes inmediatos que son Oficiales de las Fuerzas Armadas y Fuerzas Policiales en retiro y/o están vinculadas a las Oficinas de Seguridad Ciudadana) que mucho han burocratizado a estas instituciones, hoy los niveles deben ser de decisión, de propulsión de energía, horizontales, de equipo, por proyectos o dichos de otros términos, sin esas jerarquías obstaculizaste del discernimiento lo que ha significado la eliminación de liderazgos operativos. Esos liderazgos que no deben ser más “ESTRELLATOS” ni concentraciones de poder. Hablamos de organizaciones más HUMANAS que nunca. Hablemos de un nuevo mundo, atento a las personas, a su respeto como individuo, más que a los objetos materiales.

Existen nuevos escenarios donde debemos inaugurar otras tácticas y estrategias para minimizar las consecuencias de los peligros naturales y tecnológicos, hay tantos planes, programas, proyectos, así como capacitaciones que están esperando ser implementados, ante las nuevas condiciones de amenaza a la humanidad, toda acción preventiva debe estar alimentada por el compromiso de las autoridades y habitantes de cada región, provincia y distrito. Que la población sea quien este en esos planes junto a quienes deben orientarlo para optimizar la prevención. Hay que partir de la premisa de que “la Prevención somos TODOS” sin esperar que algún representante de algún organismo venga a decirnos, repetidas veces, como debemos proteger nuestras casas de un posible Fenómeno El Niño, inundación o Terremoto, sino más bien que la MOTIVACION, la Educación y el estímulo nos hagan descubrir que existe riesgo y que debo reducirlo. De abajo, hacia arriba, y transversalmente, debidamente asesorados, guiadas adecuadamente, informados y comunicados aportando ideas, creatividad y nuevos enfoques.

La Participación ciudadana no será efectiva si los Comités Regionales, Provinciales y Distritales de Defensa Civil no auditan de forma inteligente los componentes de MISTICA y SERVICIO, VOLUNTARIADO, VALORES, IDENTIDAD, cultura, comunicación externa e interna. Relaciones INTERINSTITUCIONALES, relaciones con la comunidad y sobre todo con los medios de prensa.

Para trabajar más intensamente en la reducción de la vulnerabilidad ante los Desastres nuestras instituciones deben ahora revisar la FUNCIONABILIDAD de estos componentes y gestar, un verdadero cambio cultural organizacional. Ahora, cada organismo del estado, deberá preguntarse cómo (¿?), el término de PREVENCION, y estas nuevas actitudes nacerán desde la base, desde las personas, desde los sectores, desde el pueblo, desde la necesidad de NO ser sólo el “Porcentaje”, el “Segmento” el “damnificado” entre otras denominaciones.

Ahora viene algo nuevo ante las nuevas amenazas, un nuevo modo de ver la Defensa Civil y hacerla realidad, entre todos. Trabajar unidos, más allá de cualquier diferencia, será un homenaje a la vida, un respeto a la vida, ahora que nuestro mundo está profundamente herido y que necesita ver alguna luz para aferrarse a la esperanza. Debemos colaborar para el cambio, cada uno en su hogar, en su vecindad, distrito, provincia o región, cada uno en su lugar de trabajo, pero cada uno pensando en PLURAL, en un “NOSOTROS”, forjando día a día UNA CULTURA DE PREVENCIÓN (Basado en el Artículo de Gloria. Bratschi de la Revista EIRD Informa Número14, 2001.)ENERO 2010

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