miércoles, 13 de enero de 2010

Respuesta a comentarios diversos sobre el tema de la violencia

Comentario de Willi Helmbrecht
whelmbrecht@yahoo.com


Estimados Gerardo, Jerry, Víctor y otros amigos,

Aunque me cuesta escribir en este momento estas líneas luego de haber visto las horribles imágenes del terremoto en Haití, me permito como extranjero residente en el Perú desde hace casi 18 años dar algunas apreciaciones generales sobre sus comentarios colgados en blogs y/o correos electrónicos acerca de la problemática de la violencia (actos vandálicos en Huaca Arco Iris y la violencia en general en Trujillo ) .
Yo ya considero el Perú como mi segunda patria y estoy encantado con la gran diversidad de culturas, paisajes, climas, gentes, la gastronomía etc. que he podido conocer y en parte disfrutar durante estos largos años aquí. Además tengo dos preciosos hijos nacidos en Arequipa y muy buenos amigos en diferentes partes del Perú.
Lamentablemente creo que existen varios círculos viciosos en el Perú que a corto y mediano plazo y tal vez algunos incluso a largo plazo no podrán ser rotos o interrumpidos y que son como un "caldo de cultivo" para todas las formas y variantes de la violencia. Estos círculos viciosos, que a continuación voy a mencionar, van a impedir cambios profundos o estructurales que serían necesarios para garantizar un desarrollo sostenible y equitativo que favorecería a los más necesitados, es decir, a la mayoría de la población.
En el Perú y seguramente en muchos otros países del mundo también, todo lo que tiene que ver con la educación y evidentemente también con la cultura (desde jardines hasta universidades e instituciones culturales como el INC ) desde el punto de vista estatal no es considerada un "negocio" rentable y desde el punto de vista del sector privado muy al contrario es tratada primordialmente como una buena fuente de ingreso. Me explico, el estado aporta montos demasiado bajos - casi insignificantes en comparación con otros rubros como por ejemplo: los gastos militares - para la educación ( infraestructura, sueldos de docentes, capacitación etc. ) y por lo tanto la mayoría de los colegios públicos y mayormente también las universidades nacionales no pueden brindar una buena educación a los chicos y adolescentes. Ahora, la educación particular o privada en el Perú muchas veces tampoco ofrece en sus aulas clases de alto nivel académico por el hecho de que esto cuesta plata y a los dueños ( no son todos pero muchos ) de estos centros educativos les interesa en primer lugar la rentabilidad de su "negocio" y recién en 2. o en 3. lugar la educación.
Otro círculo vicioso es la idea o el concepto generalizado en el Perú que un cargo público, sea a nivel municipal, regional o nacional, sirve para sacar el máximo provecho posible de este cargo. Uno no postula a ser elegido alcalde, porque piensa en el bienestar de los ciudadanos, sino en primer lugar en los beneficios económicos que conllevan este cargo.
Un tercer círculo vicioso es el sistema laboral-salarial en el Perú. En términos generales existe una brecha demasiado grande - casi diría abismal - entre los sueldos que ganan por ejemplo: empresarios y funcionarios estatales y los sueldos que ganan por ejemplo: empleados, docentes estatales y policías. Estos bajos sueldos por un lado no alcanzan muchas veces para vivir y por otro lado fomentan un cuarto círculo vicioso que es la corrupción (quizás el mejor ejemplo de este 4. círculo vicioso es la policía).
Voy a terminar mis breves reflexiones, aunque sé que existen más círculos viciosos todavía que dificultan un desarrollo sostenible, como los del desempleo, del centralismo y del racismo u "obstáculos externos" como las condiciones geográficas y climáticas en el Perú. Posiblemente me van a decir, bueno, todo lo que has escrito ya sabemos, pero que se puede hacer, como se puede "sacar todo el iceberg para atacar de fondo el problema". Francamente no lo sé, por eso hablo de círculos viciosos que tienen la nefasta característica de repetirse ad infinitum. Lo que sí creo que se puede hacer son actividades, iniciativas a nivel personal, familiar, dentro de ONGs etc., tratar de transmitir a sus hijos valores positivos, que entre otros también tienen que ver con la identificación y el aprecio del inmenso e invalorable patrimonio cultural y natural que posee el Perú.

Trujillo, 13 de enero 2010

Willi Helmbrecht

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