Nos Escribe: Alejandro Benavides Roldan
papeldevientoeditores@hotmail.com
Con el corazón agrietado por el dolor y el estupor que como un sueño no deja percibir la realidad, porque quisiéramos que esta no sucediera, pero es así, la realidad golpea en pleno rostro: Rafael Mendoza Bejarano, nuestro querido Rafo, nos ha dejado del modo menos imaginable en un hombre lleno de vida, y aparentemente de muy buena salud, en plena madurez de sus facultades.
Cómo creerlo si a las 9.45 de la noche del miércoles 22 de junio conversábamos amenamente por teléfono y a las 11 de la noche su corazón que parecía ser el de un toro, lo traicionó fulminantemente en su mesa de trabajo, junto a su vieja máquina de escribir, siempre contándonos una historia.
Rafo, si hubiéramos sabido que tan poco tiempo quedaba para estar entre nosotros, cuanto hubiéramos aprovechado tu entusiasmo, tu tan buen corazón para la amistad y tu ciega confianza en el trabajo de grupo.
El enorme vacío que dejas en tu familia, lo dejas en nosotros, en tu familia literaria del Grupo Cultural Papel de Viento del cual fuiste propulsor y fundador.
Este adiós Rafito, es un adiós de compromiso de tus compañeros para seguir la obra común, ahora que vemos que la vida es un cristal.
Tu palabra seguirá viva para que las nuevas generaciones conozcan los tantos personajes, sus historias y situaciones con que se han construido pueblos como tu Moche, donde viste la luz y tu querido El Porvenir, al que viste nacer y crecer como a un niño, tocándote a ti hilvanar sus páginas de arena, fabular y mitologizar sus vivencias cotidianas, porque siempre fuiste un orfebre, un águila que veía historias donde nosotros solo alcanzábamos a ver el discurrir de la vida, ese tu El Porvenir que acunó tu último sueño, el eterno.
papeldevientoeditores@hotmail.com
Con el corazón agrietado por el dolor y el estupor que como un sueño no deja percibir la realidad, porque quisiéramos que esta no sucediera, pero es así, la realidad golpea en pleno rostro: Rafael Mendoza Bejarano, nuestro querido Rafo, nos ha dejado del modo menos imaginable en un hombre lleno de vida, y aparentemente de muy buena salud, en plena madurez de sus facultades.
Cómo creerlo si a las 9.45 de la noche del miércoles 22 de junio conversábamos amenamente por teléfono y a las 11 de la noche su corazón que parecía ser el de un toro, lo traicionó fulminantemente en su mesa de trabajo, junto a su vieja máquina de escribir, siempre contándonos una historia.
Rafo, si hubiéramos sabido que tan poco tiempo quedaba para estar entre nosotros, cuanto hubiéramos aprovechado tu entusiasmo, tu tan buen corazón para la amistad y tu ciega confianza en el trabajo de grupo.
El enorme vacío que dejas en tu familia, lo dejas en nosotros, en tu familia literaria del Grupo Cultural Papel de Viento del cual fuiste propulsor y fundador.
Este adiós Rafito, es un adiós de compromiso de tus compañeros para seguir la obra común, ahora que vemos que la vida es un cristal.
Tu palabra seguirá viva para que las nuevas generaciones conozcan los tantos personajes, sus historias y situaciones con que se han construido pueblos como tu Moche, donde viste la luz y tu querido El Porvenir, al que viste nacer y crecer como a un niño, tocándote a ti hilvanar sus páginas de arena, fabular y mitologizar sus vivencias cotidianas, porque siempre fuiste un orfebre, un águila que veía historias donde nosotros solo alcanzábamos a ver el discurrir de la vida, ese tu El Porvenir que acunó tu último sueño, el eterno.
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