Uno de los principales dilemas a la hora de poner en marcha un negocio es encontrar ideas innovadoras. Para identificar el origen de las ideas que luego se convierten en empresas de éxito, se requiere mantener una actitud emprendedora ante todo lo que nos rodea, es decir, identificar oportunidades y analizar con la perspectiva de una actividad empresarial, gran parte de las situaciones cotidianas.
Así lo hacen los emprendedores de nuevas empresas en torno a los negocios por Internet, por dar un ejemplo.
En muchos casos, la idea empresarial surge como consecuencia lógica de la vida personal o profesional, ya que todos tenemos relación con una serie de actividades económicas y empresariales, como consecuencia de nuestro trabajo, nuestros propios hábitos de consumo o nuestros hobbies y aficiones, que pueden generar ideas explotables económicamente, se trata de buscar un nicho en el mercado, más que de intentar revolucionarlo.
Es común pensar que la única opción para poner en marcha una empresa con éxito es descubrir algún producto o servicio absolutamente novedoso o hacer algo que nadie más haga. Ser el único es una de las posibilidades, pero si observamos nuestro entorno, lo habitual es que muchas empresas compitan ofreciendo los mismos productos y servicios.
Lo que cada una de estas empresas hace es diferenciar su producto o servicio de los demás, intentando así captar la atención de sus clientes, por ejemplo, siendo la más barata, la más rápida, la que ofrece mayores garantías, mejor trato al cliente o cualquier otro atributo que haga su oferta más atractiva.
Lo que sí es evidente, es que existen varios caminos que podemos utilizar para concretar nuestro espíritu emprendedor, sólo debe de observar para elegir aquel que usted conozca mejor para llegar a su destino.
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