Un aporte para la nueva Gobernabilidad.
Por: Hugo Müller Solón (*)
Ha sido frecuente oír decir a algunas autoridades del pasado Gobierno y en particular a los altos mandos policiales, tratando de justificar las inútiles acciones gubernamentales y la ineficacia de la gestión policial, frente al mayor incremento de la inseguridad ciudadana, afirmar que el nuevo Código Procesal Penal (CPP) es la causa principal del aumento de la criminalidad porque limita el accionar policial o porque es demasiado garantista. Algunos además, expresan su preocupación de que el CPP no permita que durante el proceso penal, todas las denuncias lleguen a la etapa de juzgamiento, por ser resueltas mediante salidas alternativas; otros consideran que las personas detenidas por delito flagrante en ningún caso debieran ser puestas en libertad. Es realmente preocupante el desconocimiento que en los altos niveles de Gobierno y de la administración policial se ha tenido, por decirlo de alguna manera, en lo referente a la reforma procesal penal y el nuevo sistema de administración de justicia, pero más aún en lo concerniente al rol de la Policía en la Investigación Criminal, lo cual ha venido incidiendo negativamente en la Seguridad Ciudadana.
Claro, si queremos seguir viendo la administración de justicia con mentalidad inquisidora como al parecer lo desean seguir viendo algunas autoridades, para no verse abrumados por el problema sin resolver de la inseguridad ciudadana, todas las personas imputadas debieran estar presas y confinadas en las cárceles sin salir de por vida, para así liberarse además del clamor popular que demanda a sus autoridades mayor seguridad; pero de ser así se olvidan en primer lugar que vivimos en democracia y en estado de derecho, y que existe un nuevo sistema penal cuyo fin último es alcanzar la justicia pero con pleno respeto por los derechos humanos de victimas e imputados y tenemos que cumplirlo; en segundo lugar encarcelar a los que delinquen no resuelve el problema, porque detrás del que ingresa a la cárcel, otro ser humano está en las calles iniciándose en la delincuencia; las cárceles no resuelven el problema de mayor criminalidad, otros son los factores que lo motivan, en particular de índole social, familiar y económico.
Decir que el nuevo CPP, limita a la Policía en su labor de prevenir o investigar el delito es una imperdonable falacia mal intencionada que nace desde el interior de la PNP pero que le hace mucho daño a la Institución Policial, mas por el contrario, la norma procesal penal le otorga una serie de nuevas herramientas de trabajo que si se utilizaran conforme lo establece la ley, la harían mucho más eficaz tanto para prevenir como para investigar el delito. Lo realmente cierto, es que en la Policía Nacional del Perú predomina increíblemente una cómoda cultura conservadora de resistencia al cambio en todo orden de cosas dirigida desde sus altos mandos y este es el motivo por el cual se viene demostrando hasta la fecha, falta de interés por capacitar a los policías o por desarrollar una reingeniería policial que adecue a la Institución Policial al nuevo sistema penal. La estructura organizacional, sus estrategias, sus técnicas, sus procedimientos, sus procesos, todo se mantiene inalterable, a la espera probablemente que el nuevo CPP se derogue o se modifique, como lo desean estas mentes conservadoras.
Cuando hace 22 años se produjo la unificación de las Fuerzas Policiales para dar paso a la creación de la Policía Nacional, cada Institución (Policía de Investigaciones del Perú, Guardia Civil del Perú, Guardia Republicana del Perú) se incorporó en la nueva organización policial con su misma forma de trabajo y estructura; finalmente la nueva Institución Policial se adaptó a la estructura organizacional de la Guardia Civil vigente desde 1922 y esa es la que sigue manteniendo hasta la fecha, con algunas mínimas modificaciones, que más que nada obedecen a cambios de nombre. Se siguen utilizando los mismos procedimientos para prevenir el delito que en su momento y oportunidad fueron muy eficaces, pero ya no en escenarios y problemas distintos como es ahora, por ese motivo las acciones de prevención que utiliza la Policía no dan resultados. Sus métodos y procedimientos, lamentablemente hay que decirlo, pero son obsoletos. La Policía no se ha modernizado.
Por otro lado, no obstante que la modernidad en la Investigación Criminal si ha llegado para la Policía Nacional con el nuevo CPP, este ha sido inmediatamente rechazada por las altas autoridades policiales quienes no conciben aperturar el “secreto y la reserva” con la que se ha mantenido el sistema policial de la Investigación Criminal que ha regido durante los últimos 80 años, mucho menos dar paso a una cultura de reconocimiento del Fiscal como director de la Investigación y a quien le corresponde coordinar e impartir disposiciones a la Policía Nacional, verificando los resultados logrados por esta en materia de Investigación Criminal. Además, tampoco conciben que sea el Policía, en el caso que se llegue a la etapa procesal del enjuiciamiento, el testigo en juicio de la fiscalía. El cambio de mentalidad no se ha producido, porque no ha existido ni existe hasta la fecha por parte del alto mando policial, una autentica y decidida voluntad de capacitar a los policías mucho menos de realizar la reingeniería necesaria para conformar una policía especializada de apoyo al Ministerio Público, en donde deben converger como un solo equipo de trabajo, las Unidades Especializadas de Investigación Criminal y Criminalística que hasta ahora son independientes, autónomas y siguen trabajando por separado. Los motivos de esta aparente indiferencia ante el cambio, son evidentes: La corrupción policial.
La corrupción policial, forma parte de un sistema en la Policía Nacional en el cual convergen altos mandos, Oficiales de alto grado, suboficiales y especialistas. Son pocos pero forman parte del Sistema y hacen causa común de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba. En el tema de la investigación criminal, el Atestado Policial hoy en día convertido en el instrumento del poder policial es utilizado para manipular, extorsionar, disuadir, convencer y hasta para amenazar a quienes por algún motivo son sometidos a una investigación policial sin ninguna garantía. La policía decidía incluso mediante este documento el curso de la investigación judicial y la situación jurídica de los implicados. Con el nuevo sistema penal el Atestado Policial ha desaparecido, quien investiga el delito ahora es el Fiscal y la Policía ha pasado a cumplir un importante rol de apoyo al Ministerio Público en la investigación criminal, pero dejando de ser el protagonista como lo era en el pasado. El sistema de corrupción y los corruptos no están dispuestos a perder su herramienta de poder y se resisten al cambio de manera organizada, el CPP recién entrara en vigencia en Lima el año 2013 y consideran que tienen el tiempo suficiente para lograr sus fines.
Hoy en día son muy pocos los ya veteranos Policías procedentes de la Policía de Investigaciones del Perú (PIP) que aún permanecen en el servicio activo, ellos si fueron formados como investigadores del delito aunque bajo una concepción ideológica del formato inquisitivo, pero con la personalidad y la vivencia del autentico investigador policial que ya no existe en la Policía Nacional lamentablemente por la decisión política del mandatario Alan García en su primer periodo de gobierno y de haber existido lo más seguro es que se hubieran adaptado con total facilidad al nuevo sistema, tal y como sucede en la realidad internacional cercana a nuestro país, así tenemos que la Policía de Investigaciones de Chile y Colombia se han adaptado perfectamente al nuevo sistema procesal penal y trabajan de manera coordinada con los Fiscales en la Investigación del Delito. Al crearse la Policía Nacional hace 22 años, desapareció la PIP y con ella la especialidad de la Investigación Criminal en la Policía Nacional del Perú.
En resumen, el problema está en las altas autoridades de la Policía Nacional que se resisten al cambio perjudicando a todos los peruanos, puesto que el sistema de corrupción existente no acepta perder el protagonismo anterior, con lo que se está generando una mayor inseguridad ciudadana. La solución a esta problemática está en una sabia decisión de nuestro nuevo Gobierno a través del Ministerio del Interior, reingeniería policial en los estamentos de investigación criminal de la Policía en coordinación con el Ministerio Público para adecuar a la Policía al nuevo sistema procesal penal, retomar la especialización policial en prevención del delito e investigación criminal y capacitar a todos los policías peruanos en las capacidades básicas que deben tener con respecto a ambas especialidades, que increíblemente no las tienen a la fecha. El Código Procesal Penal viene siendo implementado progresivamente en el Perú desde el año 2006 y hasta la fecha la Policía Nacional no ha elaborado una Guía de Procedimientos para que los Policías sepan cual es el nuevo rol que les corresponde en la Investigación Criminal. El autor de la presente nota ha elaborado una Guía de Procedimientos Policiales la cual puede ser visualizada en el siguiente link:
http://apropolperu.files.wordpress.com/2010/05/manual_pnp1.pdf
Hugo Müller Solón
Coronel PNP (R)
Abogado penalista, capacitador en temas de adecuación al nuevo CPP.
Socio Fundador de la Asociación Profesional de Policías del Perú - APROPOL
Investigador Asociado del Taller de Asuntos Públicos - TAP/PERU
Docente Facultad de Derecho Cesar Vallejo - Trujillo
mullerabogados@hotmail.com
Por: Hugo Müller Solón (*)
Ha sido frecuente oír decir a algunas autoridades del pasado Gobierno y en particular a los altos mandos policiales, tratando de justificar las inútiles acciones gubernamentales y la ineficacia de la gestión policial, frente al mayor incremento de la inseguridad ciudadana, afirmar que el nuevo Código Procesal Penal (CPP) es la causa principal del aumento de la criminalidad porque limita el accionar policial o porque es demasiado garantista. Algunos además, expresan su preocupación de que el CPP no permita que durante el proceso penal, todas las denuncias lleguen a la etapa de juzgamiento, por ser resueltas mediante salidas alternativas; otros consideran que las personas detenidas por delito flagrante en ningún caso debieran ser puestas en libertad. Es realmente preocupante el desconocimiento que en los altos niveles de Gobierno y de la administración policial se ha tenido, por decirlo de alguna manera, en lo referente a la reforma procesal penal y el nuevo sistema de administración de justicia, pero más aún en lo concerniente al rol de la Policía en la Investigación Criminal, lo cual ha venido incidiendo negativamente en la Seguridad Ciudadana.
Claro, si queremos seguir viendo la administración de justicia con mentalidad inquisidora como al parecer lo desean seguir viendo algunas autoridades, para no verse abrumados por el problema sin resolver de la inseguridad ciudadana, todas las personas imputadas debieran estar presas y confinadas en las cárceles sin salir de por vida, para así liberarse además del clamor popular que demanda a sus autoridades mayor seguridad; pero de ser así se olvidan en primer lugar que vivimos en democracia y en estado de derecho, y que existe un nuevo sistema penal cuyo fin último es alcanzar la justicia pero con pleno respeto por los derechos humanos de victimas e imputados y tenemos que cumplirlo; en segundo lugar encarcelar a los que delinquen no resuelve el problema, porque detrás del que ingresa a la cárcel, otro ser humano está en las calles iniciándose en la delincuencia; las cárceles no resuelven el problema de mayor criminalidad, otros son los factores que lo motivan, en particular de índole social, familiar y económico.
Decir que el nuevo CPP, limita a la Policía en su labor de prevenir o investigar el delito es una imperdonable falacia mal intencionada que nace desde el interior de la PNP pero que le hace mucho daño a la Institución Policial, mas por el contrario, la norma procesal penal le otorga una serie de nuevas herramientas de trabajo que si se utilizaran conforme lo establece la ley, la harían mucho más eficaz tanto para prevenir como para investigar el delito. Lo realmente cierto, es que en la Policía Nacional del Perú predomina increíblemente una cómoda cultura conservadora de resistencia al cambio en todo orden de cosas dirigida desde sus altos mandos y este es el motivo por el cual se viene demostrando hasta la fecha, falta de interés por capacitar a los policías o por desarrollar una reingeniería policial que adecue a la Institución Policial al nuevo sistema penal. La estructura organizacional, sus estrategias, sus técnicas, sus procedimientos, sus procesos, todo se mantiene inalterable, a la espera probablemente que el nuevo CPP se derogue o se modifique, como lo desean estas mentes conservadoras.
Cuando hace 22 años se produjo la unificación de las Fuerzas Policiales para dar paso a la creación de la Policía Nacional, cada Institución (Policía de Investigaciones del Perú, Guardia Civil del Perú, Guardia Republicana del Perú) se incorporó en la nueva organización policial con su misma forma de trabajo y estructura; finalmente la nueva Institución Policial se adaptó a la estructura organizacional de la Guardia Civil vigente desde 1922 y esa es la que sigue manteniendo hasta la fecha, con algunas mínimas modificaciones, que más que nada obedecen a cambios de nombre. Se siguen utilizando los mismos procedimientos para prevenir el delito que en su momento y oportunidad fueron muy eficaces, pero ya no en escenarios y problemas distintos como es ahora, por ese motivo las acciones de prevención que utiliza la Policía no dan resultados. Sus métodos y procedimientos, lamentablemente hay que decirlo, pero son obsoletos. La Policía no se ha modernizado.
Por otro lado, no obstante que la modernidad en la Investigación Criminal si ha llegado para la Policía Nacional con el nuevo CPP, este ha sido inmediatamente rechazada por las altas autoridades policiales quienes no conciben aperturar el “secreto y la reserva” con la que se ha mantenido el sistema policial de la Investigación Criminal que ha regido durante los últimos 80 años, mucho menos dar paso a una cultura de reconocimiento del Fiscal como director de la Investigación y a quien le corresponde coordinar e impartir disposiciones a la Policía Nacional, verificando los resultados logrados por esta en materia de Investigación Criminal. Además, tampoco conciben que sea el Policía, en el caso que se llegue a la etapa procesal del enjuiciamiento, el testigo en juicio de la fiscalía. El cambio de mentalidad no se ha producido, porque no ha existido ni existe hasta la fecha por parte del alto mando policial, una autentica y decidida voluntad de capacitar a los policías mucho menos de realizar la reingeniería necesaria para conformar una policía especializada de apoyo al Ministerio Público, en donde deben converger como un solo equipo de trabajo, las Unidades Especializadas de Investigación Criminal y Criminalística que hasta ahora son independientes, autónomas y siguen trabajando por separado. Los motivos de esta aparente indiferencia ante el cambio, son evidentes: La corrupción policial.
La corrupción policial, forma parte de un sistema en la Policía Nacional en el cual convergen altos mandos, Oficiales de alto grado, suboficiales y especialistas. Son pocos pero forman parte del Sistema y hacen causa común de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba. En el tema de la investigación criminal, el Atestado Policial hoy en día convertido en el instrumento del poder policial es utilizado para manipular, extorsionar, disuadir, convencer y hasta para amenazar a quienes por algún motivo son sometidos a una investigación policial sin ninguna garantía. La policía decidía incluso mediante este documento el curso de la investigación judicial y la situación jurídica de los implicados. Con el nuevo sistema penal el Atestado Policial ha desaparecido, quien investiga el delito ahora es el Fiscal y la Policía ha pasado a cumplir un importante rol de apoyo al Ministerio Público en la investigación criminal, pero dejando de ser el protagonista como lo era en el pasado. El sistema de corrupción y los corruptos no están dispuestos a perder su herramienta de poder y se resisten al cambio de manera organizada, el CPP recién entrara en vigencia en Lima el año 2013 y consideran que tienen el tiempo suficiente para lograr sus fines.
Hoy en día son muy pocos los ya veteranos Policías procedentes de la Policía de Investigaciones del Perú (PIP) que aún permanecen en el servicio activo, ellos si fueron formados como investigadores del delito aunque bajo una concepción ideológica del formato inquisitivo, pero con la personalidad y la vivencia del autentico investigador policial que ya no existe en la Policía Nacional lamentablemente por la decisión política del mandatario Alan García en su primer periodo de gobierno y de haber existido lo más seguro es que se hubieran adaptado con total facilidad al nuevo sistema, tal y como sucede en la realidad internacional cercana a nuestro país, así tenemos que la Policía de Investigaciones de Chile y Colombia se han adaptado perfectamente al nuevo sistema procesal penal y trabajan de manera coordinada con los Fiscales en la Investigación del Delito. Al crearse la Policía Nacional hace 22 años, desapareció la PIP y con ella la especialidad de la Investigación Criminal en la Policía Nacional del Perú.
En resumen, el problema está en las altas autoridades de la Policía Nacional que se resisten al cambio perjudicando a todos los peruanos, puesto que el sistema de corrupción existente no acepta perder el protagonismo anterior, con lo que se está generando una mayor inseguridad ciudadana. La solución a esta problemática está en una sabia decisión de nuestro nuevo Gobierno a través del Ministerio del Interior, reingeniería policial en los estamentos de investigación criminal de la Policía en coordinación con el Ministerio Público para adecuar a la Policía al nuevo sistema procesal penal, retomar la especialización policial en prevención del delito e investigación criminal y capacitar a todos los policías peruanos en las capacidades básicas que deben tener con respecto a ambas especialidades, que increíblemente no las tienen a la fecha. El Código Procesal Penal viene siendo implementado progresivamente en el Perú desde el año 2006 y hasta la fecha la Policía Nacional no ha elaborado una Guía de Procedimientos para que los Policías sepan cual es el nuevo rol que les corresponde en la Investigación Criminal. El autor de la presente nota ha elaborado una Guía de Procedimientos Policiales la cual puede ser visualizada en el siguiente link:
http://apropolperu.files.wordpress.com/2010/05/manual_pnp1.pdf
Hugo Müller Solón
Coronel PNP (R)
Abogado penalista, capacitador en temas de adecuación al nuevo CPP.
Socio Fundador de la Asociación Profesional de Policías del Perú - APROPOL
Investigador Asociado del Taller de Asuntos Públicos - TAP/PERU
Docente Facultad de Derecho Cesar Vallejo - Trujillo
mullerabogados@hotmail.com
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