La presunta existencia de un Escuadrón de Emergencia en Trujillo, J. Centeno, da lugar a una serie de comentarios de los trujillanos, quienes son los que realmente sufre la inseguridad en esta ciudad, a continuación compartimos con ustedes la opinión de J. Centenos en su blog: mundojuridico1.blogspot.com
Trujillo di?
Por Johnson Centeno
Trujillo di?
Por Johnson Centeno
http://mundojuridico1.blogspot.com/
“¿Hay o no hay un escuadrón de la muerte en Trujillo?”. Es la pregunta que parecía abordar el dire de La Industria, Ernesto Barreda, en su artículo del domingo, pero al final se va por las ramas, de autobombo en autobombo (sorry, no encuentro su link en la versión digital).
En su artículo acusa a los periodistas limeños de inflar la noticia (“ofensiva periodista”) de un escuadrón policial asesino en Trujillo, en desmedro del desarrollo económico de la ciudad y la región. Les dice: “Yo sí vivo en esta ciudad, colegas limeños”, y desliza entre líneas un ‘por favor no asusten a mi suegro, que viene a pasar unos días en la capital de la primavera’. Luego un recuento de sus notas, como para que digan que hace bien su trabajo, que no dudamos.
La presencia del suegro de Barreda significa dos cosas. Uno, que los visitantes a la ciudad están advertidos por los medios limeños de alcance nacional que en Trujillo hay un escuadrón que asesina delincuentes (cerca de medio centenar de rankeados “angelitos”). Dos, que a pesar de eso, mantiene sus dudas (“las cortinas de humo” siguen dando que hablar (el caso de los ‘pishtachos’, por cierto, es un tema alucinante, y demuestra que el periodismo de investigación (incluyendo blogs) tiene reflejos de tortuga).
Si bien no habría razones de peso para asegurar la existencia del maldito escuadrón, sí hay “razón suficiente” (jurídicamente hablando) para que se ordene una investigación por las matanzas. Entendemos que el señor Barreda concluya que es solo un “escuadrón mediático”, especialmente cuando lo dice después de “estudiar, meditar, confrontar, y analizar” el estado de la cuestión, y no necesariamente porque lo mismo –claro, con otras palabras- haya concluido el alcalde de la ciudad, César Acuña vía los medios limeños, con quien últimamente anda de muy buenas migas, después de reunirse con él.
Al parecer con su opinión no quiso comprometer al diario, pues su artículo no se publicó en la página editorial que hubiera sido lo ideal. De otro lado, dice que hay “voces que no se quieren consultar”, y cita a Daniel Cerna, mandamás del Ministerio Público, José Murgia, presidente regional, Javier Caro, presidente de la Cámara, y casi sin querer queriendo, al alcalde de la ciudad, César Acuña, que en una motivación más audaz que Barreda, ha visto en la “ojeriza periodística” un cálculo político. Todos ya han dicho su palabra en varios medios, señor director, incluyendo el suyo.
Pareciera que desde ahora ambos (el dire y el alcalde) van a jugar a en pared en este tema, y formarían un cartel con Alva Castro (el protector del ‘ministro pishtaco’, que a su vez protege al coronel PNP Elidio Espinoza, supuesto responsable de las ejecuciones). Todos ganarán menos él.
Pasar por alto las denuncias y comentarios de periodistas limeños no le hace bien al periodismo trujillano, menos si se mira de soslayo el enjundioso trabajo de Ricardo Uceda para la revista Poder, que incluye testimonios directos de los familiares de “Freddy Platanero”, Carlos Iván Mariños, y otros malogrados.
La ciudad y la región vivirán en un serio peligro si preferimos engañarnos, o la palabra fácil. Mejor hubiera sido que el director del diario exija una investigación a fondo del tema, encargue el caso a su “Unidad de Investigación” (especializada en infiltrarse en el “mercado negro”), y pida la cabeza del actual responsable de la policía que es un bueno para nada.
Mientras tanto, la delincuencia común se pasea como en su casa en Trujillo, y ya casi no hay trujillano que no haya sido víctima de un robo o asalto, en el corazón de la ciudad y especialmente los distritos. Todo hace suponer que estas fiestas serán de cuidado.
De todos modos le deseamos una feliz estadía al suegro de Barreda.
“¿Hay o no hay un escuadrón de la muerte en Trujillo?”. Es la pregunta que parecía abordar el dire de La Industria, Ernesto Barreda, en su artículo del domingo, pero al final se va por las ramas, de autobombo en autobombo (sorry, no encuentro su link en la versión digital).
En su artículo acusa a los periodistas limeños de inflar la noticia (“ofensiva periodista”) de un escuadrón policial asesino en Trujillo, en desmedro del desarrollo económico de la ciudad y la región. Les dice: “Yo sí vivo en esta ciudad, colegas limeños”, y desliza entre líneas un ‘por favor no asusten a mi suegro, que viene a pasar unos días en la capital de la primavera’. Luego un recuento de sus notas, como para que digan que hace bien su trabajo, que no dudamos.
La presencia del suegro de Barreda significa dos cosas. Uno, que los visitantes a la ciudad están advertidos por los medios limeños de alcance nacional que en Trujillo hay un escuadrón que asesina delincuentes (cerca de medio centenar de rankeados “angelitos”). Dos, que a pesar de eso, mantiene sus dudas (“las cortinas de humo” siguen dando que hablar (el caso de los ‘pishtachos’, por cierto, es un tema alucinante, y demuestra que el periodismo de investigación (incluyendo blogs) tiene reflejos de tortuga).
Si bien no habría razones de peso para asegurar la existencia del maldito escuadrón, sí hay “razón suficiente” (jurídicamente hablando) para que se ordene una investigación por las matanzas. Entendemos que el señor Barreda concluya que es solo un “escuadrón mediático”, especialmente cuando lo dice después de “estudiar, meditar, confrontar, y analizar” el estado de la cuestión, y no necesariamente porque lo mismo –claro, con otras palabras- haya concluido el alcalde de la ciudad, César Acuña vía los medios limeños, con quien últimamente anda de muy buenas migas, después de reunirse con él.
Al parecer con su opinión no quiso comprometer al diario, pues su artículo no se publicó en la página editorial que hubiera sido lo ideal. De otro lado, dice que hay “voces que no se quieren consultar”, y cita a Daniel Cerna, mandamás del Ministerio Público, José Murgia, presidente regional, Javier Caro, presidente de la Cámara, y casi sin querer queriendo, al alcalde de la ciudad, César Acuña, que en una motivación más audaz que Barreda, ha visto en la “ojeriza periodística” un cálculo político. Todos ya han dicho su palabra en varios medios, señor director, incluyendo el suyo.
Pareciera que desde ahora ambos (el dire y el alcalde) van a jugar a en pared en este tema, y formarían un cartel con Alva Castro (el protector del ‘ministro pishtaco’, que a su vez protege al coronel PNP Elidio Espinoza, supuesto responsable de las ejecuciones). Todos ganarán menos él.
Pasar por alto las denuncias y comentarios de periodistas limeños no le hace bien al periodismo trujillano, menos si se mira de soslayo el enjundioso trabajo de Ricardo Uceda para la revista Poder, que incluye testimonios directos de los familiares de “Freddy Platanero”, Carlos Iván Mariños, y otros malogrados.
La ciudad y la región vivirán en un serio peligro si preferimos engañarnos, o la palabra fácil. Mejor hubiera sido que el director del diario exija una investigación a fondo del tema, encargue el caso a su “Unidad de Investigación” (especializada en infiltrarse en el “mercado negro”), y pida la cabeza del actual responsable de la policía que es un bueno para nada.
Mientras tanto, la delincuencia común se pasea como en su casa en Trujillo, y ya casi no hay trujillano que no haya sido víctima de un robo o asalto, en el corazón de la ciudad y especialmente los distritos. Todo hace suponer que estas fiestas serán de cuidado.
De todos modos le deseamos una feliz estadía al suegro de Barreda.
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