lunes, 25 de abril de 2011

MORIR EN LA CIUDAD CUANDO NO ERES NADIE

Nos escribe: Hugo Müller Solón
mullerabogados@hotmail.com
Investigador Asociado al Taller de Asuntos Públicos- TAP/PERÚ

La foto expuesta corresponde exactamente a hechos muy lamentables que se han registrado recientemente en la ciudad de Trujillo/PERÚ en agravio de una persona indigente, dejando en evidencia no solamente graves responsabilidades funcionales por parte de algunas autoridades locales ante el incumplimiento de funciones, falta de responsabilidad y solidaridad; sino lo que es peor su indiferencia y la poca importancia que le dan a uno de los bienes y derechos fundamentales más preciados del ser humano: La vida.
Aunada siempre a la pobreza extrema, discriminación y pérdida del valor de la persona en su categoría de humano ante el derecho a la vida que debiera ser igual para todos, la indigencia se manifiesta rotundamente como un factor social que en los últimos años se acrecienta y se acumula, a la vista y paciencia de las instituciones y autoridades responsables que no hacen nada para ayudarlos, mas por el contrario se muestran despojados de esencia humana y de valores espirituales frente al desamparo y las necesidades de estas personas. El caso que exponemos es más que contundente. Esta persona de sexo masculino que observamos en la fotografía, yacía echado sobre la acera y cubierto con una frazada en la cuadra 7 del Jr. Bolívar – Centro Cívico de la ciudad de Trujillo. El hombre permanecía casi inmóvil, algunos transeúntes le alcanzaban algo de comer y sus necesidades fisiológicas las hacía en el mismo lugar. El día 2 de Abril 2011, una Autoridad Vecinal del Centro Cívico decidió solicitar apoyo para trasladarlo a un Hospital dirigiéndose a una pareja de Suboficiales de la Policía Nacional quienes le respondieron que esa responsabilidad era de la Policía de Seguridad Ciudadana.
La autoridad vecinal recurrió a los Agentes de Seguridad Ciudadana, quienes le manifestaron que al parecer se veía muy enfermo y si se moría en el camino podrían tener alguna responsabilidad; pidió entonces explicaciones al Supervisor de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad Provincial de Trujillo, quien manifestó que mejor acudiera a un medio de comunicación para que se hiciera un llamado público de auxilio. De esa manera llegó hasta la Defensoría del Pueblo, en donde se limitaron a indicarle que hiciera una denuncia escrita a Derechos Humanos de la Municipalidad o al Ministerio Público. La autoridad vecinal perseverante y solidaria, hizo la denuncia por escrito adjuntando las fotografías tomadas por ella misma, presentando el documento en la Mesa de Partes de la Gerencia de Desarrollo Social y Sub Gerencia de Derechos Humanos de la Municipalidad Provincial de Trujillo, registrándose como el Expediente N° 11569 del 04 de Abril 2011. Al día siguiente 05 de Abril comprobó que el Señor ya no se encontraba en el lugar y pensó que el Ministerio de Salud, la Policía Nacional o Derechos Humanos de la Municipalidad finalmente se habían solidarizado con su pedido.
Pero no había sido así, el hombre había muerto en la vereda y los empleados de una Farmacia cercana al percatarse del hecho, habían llamado a la Policía, luego vino el fiscal y la ambulancia lo llevaron a la Morgue. El agente de Comercio Informal de la Municipalidad llamó inmediatamente al Servicio de Gestión Ambiental de la Municipalidad, para que limpien y descontaminen el lugar donde estuvo el Señor. Este pobre hombre murió cuando las autoridades ya sabían de su estado pero no hicieron nada. Pero eso no fue todo, al día siguiente salió en un diario local que gracias a la oportuna intervención de las autoridades tales como la Defensoría del Pueblo y Ministerio de Salud habían recogido a este señor NN y llevado a un hospital donde estaba recibiendo su tratamiento por padecer de tuberculosis. ¿Alguien debe responder por todo esto; o es que morir en la ciudad cuando no eres nadie, aun cuando existen responsables por omisión, no significa nada?.

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