Por: Nivardo Córdova Salinas
El plan de erradicación del
trabajo infantil en el Perú anunciado en días pasados por el Ministerio de Trabajo
debe estar acompañado de una estrategia para que los niños tengan oportunidades
equitativas de acceso a la educación y a la salud, declaró la doctora en
Derecho Maricela Romero Pérez, especialista en el tema de inclusión social.
La Dra. Romero señaló que es
positiva la erradicación de la explotación laboral en todas sus formas, pero
señaló que el gobierno debe tener en cuenta que en zonas rurales de la costa,
sierra y selva, hay también algunos patrones culturales en los que el niño se
integra al trabajo desde su familia, ya sea en la agricultura o la ganadería.
“Los niños definitivamente no
deben trabajar y mucho menos ser sometidos a explotación laboral o trabajos
sumamente riesgosos, como los que se aprecian en los casos de los niños mineros
o en el execrable caso de la trata de menores, que constituye además un delito.
Pero yo opino que es importante separar el concepto de explotación laboral de
aquellas labores familiares donde los niños ayudan a sus padres en zonas
rurales, donde tradicionalmente es parte de su cultura ancestral”, declaró.
La analista señaló que las
leyes peruanas son claras en torno a la prohibición del trabajo infantil. Sin
embargo, comentó que, por ejemplo, en la sierra y selva peruana “es bastante
frecuente que en sus ratos libres los niños ayuden en el pastoreo del ganado o
en pequeñas actividades en la chacra de su familia, lo cual paralelamente les
ayuda a fomentar valores como la responsabilidad, la puntualidad, entre otros”.
Mencionó que, para el caso de
las ciudades, muchos niños están alejados completamente de estas actividades e
inclusive sus padres no les enseñan aspectos básicos como el aseo de su casa o
lavar su ropa, como tradicionalmente se hacía en el Perú en tiempos recientes.
“Debemos ser muy cuidadosos en
no desestimar las costumbres ancestrales en la sierra y en la selva. Si ahora
se ven casos de pandillaje o delincuencia juvenil, es también porque estos
niños no se les enseñó a tener responsabilidades, es decir, como se dice
coloquialmente, todo se lo dieron fácil”, explicó.
La Dra. Romero se mostró a
favor de la erradicación del trabajo infantil, pero de una manera sostenible y
realista. “Muchos niños salen a trabajar por las condiciones de extrema
pobreza. Eso es lo que está generando deserción escolar, porque los menores y
sus familias no tienen un acceso equitativo a los servicios de salud”, dijo.
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