jueves, 27 de febrero de 2014

La lonchera saludable

Las loncheras escolares cumplen una importante función nutricional en las etapas pre-escolar y escolar, al atender las necesidades alimenticias de los menores, asegurando un rendimiento óptimo durante su desarrollo en el centro educativo. 
Por ello el nutricionista del Seguro Social, Marco Taboada García, recomendó a los padres de familia, tener en cuenta que para que una lonchera sea saludable debe contener tres tipos de alimentos: los energéticos (carbohidratos), los formadores (de origen animal) y los protectores (verduras y frutas). 
Dentro de los carbohidratos podemos destacar el pan, cereales, galletas de preferencia integrales y según la región puede ser también papa, choclo, habas, plátano sancochado, chancha o mote, que son los que brindarán la energía que necesita el escolar. 
En el grupo de los formadores, es decir los alimentos de origen animal están el huevo, yogur, pollo sancochado, atún y el queso.Asimismo, señaló que no debemos de olvidar enviar una bebida para la hidratación del niño. “Puede ser agua hervida o cualquier refresco de fruta natural como limonada, naranjada, maracuyá o manzana, pero se debe evitar el envío de gaseosas, café o jugos artificiales, porque contienen colorantes y azúcares que causan alergias y favorecen la obesidad en los niños”, dijo. 
Ejemplos de lonchera nutritiva: 
Leche, huevo duro, galletas y mandarina. 
Pan con pollo, yogurt y manzana. 
Pan con queso, agua de manzana y mandarina. 
Pan con mermelada, leche con azúcar y plátano. 
Dulce de leche, manzana y limonada. 
Leche con azúcar, queque y manzana. 
Pan con pollo, leche y uvas. 
Pan con hígado frito, leche y naranja. 
Pan con tortilla de huevo, leche y plátano. 
Pan con mantequilla, leche y plátano. 
Cereal sin azúcar, yogurt y refresco de fruta sin azúcar. 
Medio choclo chico, queso fresco pasteurizado, refresco chicha morada.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Nostalgia de muerte

Por: César Lévano
El expresidente Alan García –el de las matanzas de El Frontón y Bagua– se muere por la pena de muerte. El lunes último insistió en la pena capital para luchar contra la criminalidad y la inseguridad ciudadana. La declaración se produjo en el velatorio de un hijo del alcalde de San Juan de Lurigancho, asesinado por una banda criminal que disputaba con otro sector de delincuentes. 
Según la Policía, el joven Carlos Burgos también estaba involucrado en un plan delictivo y hasta homicida. La justicia tiene la palabra sobre el caso, pero los hechos demuestran que en esta ocasión a García el tiro le salió por la culata. El exmandatario no pierde ocasión para robar cámara y páginas. El lunes recordó que cuando ocupó el sillón presidencial pidió la pena de muerte para los violadores de niños. No pudo lograrlo, porque en el Congreso de la República se tuvo presente que la Constitución establece que la pena de muerte solo se aplica al delito de traición a la patria. 
El artículo 140 de la Carta dice, en efecto: “La pena de muerte solo puede aplicarse por el delito de traición a la patria en caso de guerra y el de terrorismo, conforme a las leyes y a los tratados de los que el Perú es parte obligada”. 
Si García hubiera tenido intención firme de ampliar el espectro de los delitos posibles de pena capital, hubiera podido hacerlo, como explicó ayer el jurista Carlos Rivera: tenía mayoría en el Congreso, para incluso reformar la Constitución. Controlaba, además, todos los poderes del Estado, sobre todo el judicial. ¿Cómo puede un gobernante que fomentó el asesinato de dirigentes de construcción civil convertirse en guardián de la seguridad ciudadana? 
Quien, en consulta en vivo y en directo con Dios, otorgó indultos y conmutó penas a narcos y delincuentes avezados, previo pago sin duda, ¿puede recomendar medidas a favor de la seguridad y contra el crimen? Hace años, la revista estadounidense Time publicó un memorable ensayo sobre la pena de muerte, a raíz de que se había descubierto un método indoloro para aplicarla: la inyección letal. 
El magistral texto recorría la historia de las penas de muerte –incluida la vigente en países islámicos de permitir el matar a pedradas a las mujeres adúlteras–. Exponía pensamientos de juristas eminentes y, sobre todo, recogía resultados: la pena de muerte, en los Estados de la Unión que la permitían, no disminuía el número de violaciones con asesinato. 
Por lo demás, Daniel Figallo, ministro de Justicia, recordó ayer que el Perú, que ha suscrito el Pacto de San José de Costa Rica y la Convención Americana de Derechos Humanos, está impedido de ampliar la aplicación de la pena de muerte.

viernes, 7 de febrero de 2014

Religiosidad y carnavales

Por: Alfredo Estrada Zavaleta
Febrero, para el Perú y Trujillo en especial, es un mes de significativas efemérides religiosas y profanas; que permiten a los pobladores de las tres regiones climáticas, expresar sus variadas manifestaciones culturales y artísticas, mediante la danza y la música, en una suerte de reivindicación de su patrimonio y mestizaje. 
El Carnaval, es una de ellas e incorpora aspectos muy singulares de celebración pagana, que van desde los actos y preparativos en la Coronación del Rey Momo al desfile por las calles de las típicas comparsas y sus reinas, luciendo coloridos atuendos de la escena nacional y con personajes embadurnados con polvos y cremas, reflejo del natural jolgorio y de una actuación burlesca de pintoresco estilo lugareño. 
Los pobladores y turistas, participan de estas actividades, degustando exquisitos manjares y las simpáticas coreografías del palo cilulo (cortamonte, yunza o umisha), con sus regalos y excentricidades. 
En Trujillo, esto se aprecia en la organización de eventos por las colonias de residentes, donde el agua, las serpentinas, las rimas y los globos, son los componentes imprescindibles del sentir popular y la sana diversión. A su vez, nuestra ciudad no escapa, al Programa celebratorio del Pisco Sour (preparado de pisco, jugo de limón, hielo, amargo de angostura, canela, clara batida y canela), con sendas promociones por diversas instituciones de la industria turística; las cuales combinan el aroma y sabor de la bebida peruana, con la degustación de platos criollos (cuy, pato y pescado), la presentación de estampas folclóricas de la región liberteña, entre ellas: La marinera y el tondero en Patio de la UNT, realizado el 1 de febrero. Finalmente, la Fiesta de San Valentín, rememora las circunstancias del terremoto predicho por San Francisco Solano en l,603 y ocurrido el 14 de febrero de l,619; funesto y calamitoso, según el relato del cronista Miguel Feijoo de Sosa en su obra “Relación descriptiva de la ciudad y provincia de Trujillo” (1763) y que coincidiendo con el martirologio del Santo Patrón Romano del año 269, cuyo Cabildo acordó - luego de la reconstrucción de la ciudad y reedificación del templo catedralicio - declararlo su Patrono y Abogado en 1,627. 
El 12 de enero de l,719, se proponen varias actividades en muestra de devoción y gratitud, entre novenarios y platicas piadosas por los vecinos. En 1,984, esta tradición nuevamente y por acción de los integrantes de algunas instituciones, se concretó con la programación de verbenas y ferias distritales; las que continúan con la asistencia de los trujillanos y la entonación del Himno correspondiente.